Si vas buscando el momento perfecto para emprender ya te advertimos que no existe. Esta es una aventura a la que solo se lanzan los más valientes, y si te lo piensas demasiado nunca vas a dar el paso. No obstante, sí hay momentos del año que pueden ser más favorables para empezar a tomarte más en serio esa idea que te ronda por la cabeza y convertirla en una realidad.
En verano vemos la vida de otra forma, quizá por tener más horas de luz nos sentimos más optimistas y más activos. Además, contamos con más tiempo libre. Si combinamos todo esto lo que obtenemos es que ahora mismo estamos en un buen período para ir madurando ideas y ponerse manos a la obra con el emprendimiento.
Es cierto que una buena idea de negocio te puede llegar a la cabeza en cualquier momento, pero muchas veces el tener nuestra mente más despejada y alejarnos de los problemas típicos de nuestra vida cotidiana nos ayuda a estar más atentos a nuestro entorno y descubrir necesidades que no están cubiertas.
El emprendimiento no entiende de horarios ni de vacaciones, así que si ahora mismo tienes algo de tiempo libre, o vas a tenerlo en las próximas semanas, no lo dudes y tómate en serio esa idea que lleva un tiempo rondándote la cabeza. Quizá puedes hacer tu particular “vuelta al cole” ya como emprendedor.
Sácale partido al verano si quieres emprender
Todo es cuestión de tiempo, y en esta época del año tenemos más que en otros momentos. Pero no te preocupes, que te estés planteando en serio lo de emprender no quiere decir que tengas que pasar todo el verano encerrado en casa dándole vueltas a tu proyecto. De hecho, te vendrá muy bien salir y cambiar de aires e incluso buscar nuevos hobbies o visitar nuevos lugares, ya que todo esto estimulará tu creatividad y te impulsará a innovar.
Dedica algo de tu tiempo libre a formarte, ya sabes que un emprendedor formado tiene más posibilidades de alcanzar el éxito. No es necesario que te apuntes a ningún curso si no quieres, pero puedes bucear un poco en Internet o revistas especializadas y encontrar información interesante relacionada con ese sector en el que quieres entrar.
También puedes hacer un poco de estudio de mercado en vivo. Podrías intentar obtener información sobre la competencia e incluso visitarla si es posible. También podrías profundizar en el conocimiento del tipo de cliente que demandará tu producto o servicio.
Formarte y estar atento a lo que ocurre a tu alrededor puede darte el empujón que necesitas para que al final decidas lanzarte a esa piscina metafórica que es el emprendimiento.
El verano es perfecto para hacer networking
A estas alturas ya nadie duda de que el networking está de moda entre los emprendedores. Esta particular forma de socializar puede ayudarte a conocer a personas que podrían estar interesadas en tu negocio y llegar a ser posibles socios, o incluso a posibles inversores o tutores.
Aprovecha ahora que los eventos de networking online están de plena actualidad y participa en alguno de ellos para conocer más de cerca la realidad del emprendedor. También puedes usar otros medios como LinkedIn para tener un contacto más directo con personas que ya están trabajando en el sector que a ti te interesa.
Para un emprendedor estar en compañía de otros emprendedores es una de sus principales fuentes de inspiración, así que no dejes pasar esta oportunidad.
Piensa en emprender
Este verano tus mejores acompañantes pueden ser una libreta y un bolígrafo. Una vez que te deshagas del agobio y las preocupaciones de tu rutina diaria empieza a pensar en ideas para tu negocio y apunta absolutamente todo lo que se te ocurra, aunque no te parezca importante.
Casi sin darte cuenta le estarás dedicando tiempo a tu idea de negocio y para cuando seas consciente ya tendrás la estructura básica. A partir de ese momento lo que tienes que hacer es ir marcándote un plan de trabajo e ir buscando la información que necesitas. La idea es que al final del verano tengas un completo dosier que te ayude a elaborar un plan de negocio y a decidir si tu proyecto es realmente viable.
El verano es perfecto para pensar
Aunque haga 40º C a la sombra el verano es la época perfecta del año para tomar decisiones, puesto que es un momento en el que estamos menos estresados. Tenemos la mente mucho más despejada y eso nos permite pensar con más claridad.
Aprovecha esto y explora no solo una, sino diferentes posibilidades de negocio y varias alternativas para llevarlas a la práctica. Piensa en vías de financiación, si es mejor que comiences como autónomo o crees una Sociedad Limitada, etc. Se trata de que poco a poco vayas aclarando conceptos y perfiles tu idea de negocio.
Emprender y disfrutar del verano, también es posible
Una vez que entres de lleno en el emprendimiento este se va a llevar una buena parte de tu tiempo, y la cosa se complica todavía más si estás trabajando o estudiando. Por eso, te compensa aprovechar el buen tiempo y tomarte las cosas de momento con tranquilidad.
El verano no es precisamente una buena época para hacer trámites administrativos, por lo que poner en un negocio en marcha en este momento es algo más complicado y lento de lo normal. Así que no tengas prisa y piensa en tu proyecto con detenimiento durante las próximas semanas.
Fórmate, busca toda la información que necesites y empieza a hacer un esbozo de lo que sería tu negocio. Pero siempre sin agobios, disfrutando también del buen tiempo y la diversión, no olvides que las vacaciones son para descansar.
Si al final del verano, y una vez que todo vuelva a la normalidad, consideras que tu idea de negocio es factible de convertirse en una realidad, habrá llegado el momento de ponerse manos a la obra con el trabajo duro. El año que viene por estas mismas fechas podrías estar ya al frente de tu propio negocio.