Una de las inversiones estrella es la de bienes inmuebles, ya sea para revender o para alquilar posteriormente
Pese a la manida imagen que se traslada siempre en el cine de Hollywood o en la literatura, la Bolsa y las inversiones no consisten en la mayoría de los casos en dejarse llevar por impulsos y compras arriesgadas. Detrás de las inversiones hay estrategia, paciencia y un profundo conocimiento de los mercados financieros. A pesar de lo atractivo que pueden parecer la inmediatez y el corto plazo, las verdaderas ganancias se obtienen con inversiones a largo plazo. Se trata de inversiones de alta rentabilidad que además de generar elevados beneficios lo hacen de forma estable, avanzando a paso seguro. Estas son algunas de las mejores y más recomendables inversiones.
Compra de bienes inmuebles
Dentro de las inversiones de alta rentabilidad, los bienes inmuebles son una de las mejores. Un clásico es el hecho de comprar para luego alquilar, ya que esto genera unos ingresos óptimos con unos gastos de mantenimiento muy pequeños. Además, hay otros métodos de sacar beneficio a estas inversiones, por ejemplo, es posible comprar un piso o una casa para vender después, cuando el precio aumente. Otra opción es comprar una casa usada, de segunda mano, o que no esté en buen estado para luego reformarla y venderla revalorizada. Muchas personas optan por esta opción en entornos rurales, ya que la casa puede convertirse en un alojamiento rural.
En este sector destaca la compañía Socimi Silicius, experta en gestión de patrimonios y en compraventa de bienes inmuebles. Se caracteriza por generar rentas estables y diversificadas, con unos pequeños costes de gestión y una política de bajo endeudamiento.
Invertir en carteras de plan de pensiones
Este tipo de inversiones a largo plazo cuentan con esas atractivas características de estabilidad y seguridad, ya que se van construyendo poco a poco y los beneficios se obtienen la largo plazo. Las carteras de plan de pensiones tienen numerosas ventajas, ya que permiten desgravar el IRPF, sus comisiones son muy bajas y tiene unos mínimos para invertir muy bajos. Además, este tipo de carteras son traspasables.
Acciones y fondos de inversión
Un clásico donde los haya, y precisamente por eso es una buena inversión. Pero para invertir en acciones hay que tener conocimientos sobre el funcionamiento de este procedimiento y sobre el mercado. Si nos dejamos llevar por una empresa de moda o conocida no tenemos por qué acertar. Por eso lo adecuado es recurrir a profesionales y a la vez formarnos y estudiar constantemente el mercado. Lo mismo ocurre con los fondos de inversión, que tienen la ventaja de que los gestores y gestoras se encargan de invertir en las empresas adecuadas. Debemos prestar atención a las comisiones que tenga el fondo de inversión a la hora de elegir, y por supuesto informarnos antes de tomar la decisión. Para ello podemos, por ejemplo, analizar qué rentabilidad ha tenido en los últimos años, ya que nos dará una buena pista sobre su funcionamiento.