Pullmantur y el Circo del Sol han sido dos víctimas del covid-19. En el caso de Intu, la dueña (a medias) del centro comercial Xanadú, la crisis ha acelerado lo inevitable. Todas ellas han tenido que solicitar concurso de acreedores, una tendencia que no para de crecer en los últimos días y que según los expertos, proliferará aún más entre septiembre y diciembre.
El Real Decreto-ley 16/2020, que el Gobierno aprobó a finales de abril para hacer frente a la crisis del coronavirus, ha dado un respiro a las empresas, sobre todo a aquellas que de manera coyuntural no pueden hacer frente al pago de nóminas, impuestos o proveedores.
Esta norma, permite alargar el plazo (hasta el 31 de diciembre) para que las empresas deudoras soliciten concurso de acreedores. “Lo que dice la ley es que aunque sean insolventes no tienen que presentarlo hasta fin de año, así se les permite acogerse a ayudas como los ERTE, ICO …”, destaca Jordi Castells, tesorero de la Asociación Profesional de Administradores Concursales (ASPAC) a MERCA2. Pero en algunos casos, esto no ha sido una opción.
EL COVID-19 ACELERA LO INEVITABLE
El Real Decreto suspende la obligación, pero la posibilidad existe igualmente. De hecho, “muchas veces acogerte a concurso es un beneficio y eso siempre se puede”, añade. Así, el 26 de junio, Intu, el dueño del 50% del centro comercial Xanadú entraba en concurso de acreedores al no haber podido llegar un acuerdo con la banca para refinanciar su deuda y obtener liquidez.
La gestora británica de centros comerciales tenía problemas de liquidez, tal y como reconoció el pasado año y llevaba meses negociando, pero los efectos de la pandemia del coronavirus acrecentaron aún más sus problemas económicos.
No es la única, se están dando distintos casos. En algunos la empresa ya no era viable y el covid-19 lo ha acelerado, como Intu. En otros la situación es irreversible, como Abengoa. El consejo de administración se ha dado de plazo hasta este martes 14 de julio para alcanzar un acuerdo sobre su plan de rescate, y esquivar el concurso.
La compañía negocia desde hace semanas contrarreloj, “pero es un caso especial” porque tiene muchos antecedentes. En 2016 ya esquivó el que habría sido el mayor concurso de acreedores de la historia de España, su deuda ascendía a casi 9.000 millones de euros. El endeudamiento financiero bruto del grupo a cierre de 2019 ascendiendo 5.948 millones de euros.
SITUACIÓN COYUNTURAL
Y luego están las empresas que atraviesan una delicada situación financiera, de manera coyuntural. En estos casos “es mejor no acogerse a concurso porque probablemente haya otra vía de salida, pero si la empresa ha decidido que no puede seguir adelante, es mejor hacerlo y evitar más problemas, pues solo contamina de insolvencia a las demás”, comenta Castells.
Este es el caso de la empresa española de cruceros Pullmantur. El pasado 22 de junio, sus accionistas: Cruises Investments (con un 51% del capital) y Royal Caribbean (49%) solicitaron el concurso de acreedores para tratar de reorganizar el desequilibrio financiero de la compañía.
Unos días más tarde, el Circo del Sol se declaraba en suspensión de pagos con el fin de llevar a cabo una reestructuración de su capital. La compañía se encuentra en una situación de insolvencia transitoria, pues desde que el pasado mes de marzo cancelaran todos sus espectáculos por las medidas de contención de la pandemia de covid-19, no han vuelto a reanudar su actividad. Y en consecuencia, han tenido cero ingresos.
Las empresas turísticas, el comercio y la hostelería “son las grandes afectadas de esta crisis”, pues están muy vinculadas a la llegada de turistas extranjeros, y las agencias de viajes son un caso claro. También las de ocio y espectáculos. Muchas compañías eran deficitarias y el coronavirus ha sido “la gota que colma el vaso”, pero otras podrán resolverlo, como si se tratara “de una mala temporada”. Aunque para ello tienen que hacer uso de las herramientas del Gobierno. “Si tienen confianza en que son viable, aguantarán”.
EL DERROTERO, CON EL FIN DEL VERANO
Sin embargo, aunque el RD da de plazo hasta diciembre, desde ASPAC creen que hay muchas empresas que estaban renqueando y esta crisis acelerará lo inevitable. La asociación espera un aumento notable en este segundo semestre de 2020, pero apuestan porque la oleada de concursos llegue después del verano.
En gran medida afectará si hay rebrotes y como se encauce el otoño. De momento, los empresarios están esperando a cómo evoluciona el verano “pero puede ser que no se llegue al 31 de diciembre, que tiren la toalla y digan no puedo más”.
Las últimas cifras de Axesor indican que en junio, los concursos de acreedores se dispararon un 154% respecto a mayo, y con ello se deja entrever la tendencia que previsiblemente se producirá de aquí a final de año tras la finalización de las medidas adoptadas por el Gobierno para paliar la crisis sanitaria, augurando un «importante repunte» a finales del ejercicio.
Igor Ochoa, CEO de Dipcom Corporate, cree que las empresas aguantarán más. Según sus datos, los preconcursos se multiplicarán por cuatro y los concursos se incrementarán en un 50% durante el 2020. Una cifra, que a su manera, se ha frenado a gracias al Real Decreto. Pero al finalizar el año se producirá «la gran oleada» de concursos, es decir, a comienzos de 2021. En ese momento se superán los 20.000, casi cuatro veces y media más que los que hubo en 2019.