La situación del COVID-19 en nuestro país ha desbaratado todas las previsiones económicas para este año, y para los venideros. Nada más declararse el Estado de Alarma, con la certeza de que la mayoría de los establecimientos tardarían semanas en estar abiertos de nuevo, desde el Gobierno se lanzaron una batería de medidas que permitían, en parte, hacer frente al duro golpe que esto supondría.
Una vez terminado el Estado de Alarma, y ante la probable situación de recesión a la que se enfrenta España, desde el gobierno ya se preparan algunas medidas para intentar que los efectos de esta situación no terminen dañando gravemente nuestra economía.
Miguel Ángel Aznar, economista y gerente de una asesoría fiscal en Zaragoza nos da las claves de los posibles escenarios que podemos vivir en los meses que están por llegar.
Medidas que intentarán minimizar el impacto de la recesión económica
Los países están necesitando recursos públicos abundantes, y esto hace que se busquen nuevos recursos recaudatorios. Se prevé importantes subidas de impuestos debido a que es la fórmula más efectiva de recaudar el capital que se necesita. Volveremos a tener la polémica sobre la mesa si resulta efectivo subir el IVA en nuestro país, por lo menos en aquellos productos que no se consideran básicos.
El gobierno cifra la cantidad de capital que hará falta en estos momentos tan delicados en torno a unos 30.000 millones de euros, aunque ya hay evidencias que advierten que estaríamos hablando de un capital mucho más bajo del que se requeriría realmente.
Otros de los posibles escenarios se centran en el impuesto de sociedades: muy posiblemente veamos recortados algunos beneficios de los que algunos empresarios se estaban beneficiando para poder crecer y mantener a sus empleados.
Ya se está hablando de la generación de nuevos impuestos: se prevé que se buscará la manera de aplicarlos sobre las empresas digitales, teniendo en cuenta que muchas de ellas han incrementando sus beneficios de forma importante durante estos últimos meses. Tenemos sobre la mesa el controvertido Anteproyecto de Ley de Impuesto español sobre Servicios Digitales que posiblemente sea discriminatorio ya que fundamentalmente se aplicaría sobre otros países de la UE.
Es posible también que se apliquen impuestos especiales sobre determinados productos, sobre aquellos que destruyen puestos laborales. Dentro de los mismos podemos encontrar robots o artículos que automatizan tareas.
Algunos expertos aseguran que los cambios que se llevarán a cabo serán mínimos, y que el único plan que se llevará a cabo es poner parches al sistema fiscal que tenemos desde hace más de 20 años, y que es innegable que ya quedó desfasado hace mucho tiempo. Muy posiblemente lo que se necesita es pensar en alternativas para adaptar la fiscalidad a los nuevos tiempos, a lo que todavía está por llegar.
Por el momento, el futuro que estamos a punto de vivir todavía es incierto y el Gobierno tiene que avanzar con pasos de plomo. Un paso en falso podría hundir todavía más a nuestro país.