La actividad del sector manufacturero español ha registrado un fuerte rebote en el mes de junio tras las fuertes caídas registradas en los meses anteriores por el impacto de la pandemia y se ha situado en un nivel cercano a la estabilización, según refleja el índice PMI, que ha subido hasta los 49 puntos desde los 38,3 de mayo, alcanzando así su nivel más alto desde febrero de 2020.
«La economía manufacturera de España se acercó a la estabilización en junio, ya que la actividad económica mostró signos de reactivación en línea con el relajamiento de las restricciones por la Covid-19», destacó Paul Smith, economista de IHS Markit, para quien, sin embargo, aún persisten dificultades para recuperar el terreno perdido en el sector, ya que las plantas de producción continúan operando muy por debajo de su capacidad, y los fabricantes continuaron recortando las horas de trabajo por la debilidad de los nuevos pedidos.
«Los fabricantes redujeron notablemente sus niveles de personal. No obstante, la confianza ha mejorado un poco, volviendo a territorio positivo a medida que aumentan las esperanzas de que la recuperación de la pandemia esté en marcha«, añadió.
LAS EXPORTACIONES SIGUEN A LA BAJA
En este sentido, la encuesta de junio reflejó que tanto la producción como los nuevos pedidos siguieron cayendo, aunque a ritmos mucho más lentos. Asimismo, muchas empresas indicaron que, a pesar de la relajación de las medidas de confinamiento, la demanda nacional e internacional siguió viéndose afectada.
De hecho, los pedidos para exportaciones volvieron a baja en junio, aunque a un ritmo más modesto que en los meses anteriores.
Una lectura superior a 50 puntos del índice PMI indica expansión de la actividad en el sector, mientras que un resultado inferior a este umbral implica contracción.