El déficit del Estado alcanzó en los cinco primeros meses del año los 32.251 millones de euros como consecuencia de la crisis del Covid, una cifra que más que duplica la del mismo periodo del año pasado (15.556 millones) y que equivale al 2,88% del PIB, frente al 1,25% del año pasado. Además, hasta abril, el déficit consolidado de las administraciones públicas, excluyendo las corporaciones locales, se sitúa en el 2,14% del PIB
Así se desprende de los datos de ejecución presupuestaria elaborados y publicados este martes por el Ministerio de Hacienda, que achaca el comportamiento del déficit del Estado a la caída de la actividad por el confinamiento «necesario para combatir la pandemia», lo que ha provocado un descenso de los recursos del 10,6%.
Asimismo, el aumento del déficit estatal también se debe a las medidas adoptadas por el Gobierno para mitigar los efectos sociales, económicos y laborales de la crisis, que conllevan un aumento de los gastos del 10,8% hasta mayo.
Al igual que los meses anteriores, Hacienda subraya que en esta evolución se debe tener en cuenta que las operaciones del Estado se encuadran en un contexto extraordinario por la emergencia sanitaria originada por el Covid-19, que se ha reflejado en un incremento de los programas de prestaciones sanitarias y farmacia y en un aumento de las transferencias corrientes a Seguridad Social y comunidades autónomas.
A esto se suma que desde el 1 de enero de 2020 se ha producido una operación de reversión de las autopistas de peaje en 2020 (AP4 y AP7) de carácter no recurrente, por importe de 1.745 millones.
SUPERÁVIT DE LAS CCAA POR LOS RECURSOS TRANSFERIDOS
En cuanto al déficit público, excluyendo las corporaciones locales, escaló al 2,14% del PIB hasta abril, si bien Hacienda subraya el «buen comportamiento» de las comunidades, que registran un superávit del 0,02% gracias a los recursos transferidos por el Gobierno, como el adelanto de recursos para este subsector de 6.218 millones, lo que ha llevado a 13 regiones con saldo positivo frente a las cinco del año pasado.
En concreto, presentaron superávits las regiones de Aragón (0,24% del PIB), Asturias (0,39%), Baleares (0,43%), Canarias (0,73%), Cantabria (0,09%), Castilla-La Mancha (0,16%), Castilla y León (0,05%), Cataluña (0,12%), Extremadura (0,57%), Galicia (0,04%), Murcia (0,2%), La Rioja (0,62%) y País Vasco (0,63%).
Por el contrario, continuaron con déficit Andalucía (-0,06%), la Comunidad de Madrid (-0,3%), Navarra (-0,95%) y la Comunidad de Valencia (-0,45%). No obstante, todas las regiones han comunicado un impacto asociado al Covid, que en el caso de Andalucía alcanza el 0,11% del PIB, en Madrid el 0,23%, Navarra el 0,12% y en Comunidad Valenciana el 0,21%. Cataluña lo cuantifica en el 0,25%.
Los fondos de la Seguridad Social registraron un déficit del 0,39% del PIB, frente al superávit del 0,30% de abril de 2019, debido a un alza de los recursos (+0,4%), inferior al notable aumento de los gastos (+15,7%), con un alza de 7.176 millones de las prestaciones sociales.
El gasto en prestaciones sociales ha aumentado en abril en 4.564 millones respecto al mismo periodo de 2019, de los cuales 3.000 millones corresponden a ERTES y 1.100 millones a la prestación extraordinaria por cese de actividad de autónomos.
Destaca también el gasto en subvenciones, que crece en 1.159 millones respecto a 2019 debido a las exoneraciones de cuotas. El sistema de la Seguridad Social registra un déficit de 821 millones por el aumento del gasto en prestaciones sociales (+6,9%), frente al alza de los ingresos por cotizaciones sociales (+0,1%).
Incluyendo las corporaciones locales, que registraron un déficit de 493 millones hasta marzo (0,04% del PIB), el déficit público supuso el 0,82% del PIB en el primer trimestre, frente al 0,33% del año pasado. Los gastos han crecido un 5,5%, frente al aumento del 1,1% de los ingresos. Del aumento del gasto, el derivado del Covid-19 asciende a 1.832 millones, según Hacienda.
LOS INGRESOS CAEN UN 6,7% HASTA MAYO
En cuanto a los ingresos del Estado, registraron una caída del 6,7%, hasta los 82.142 millones, de los que 71.219 millones se corresponden a ingresos por impuestos y cotizaciones sociales, con un 8,6% menos, y 10.923 millones al resto de ingresos (+8,2%). Solo en mayo, los ingresos totales fueron de 13.641 millones, un 16,7% inferiores.
Hacienda explica que el descenso de la recaudación se debe alparón de la mayor parte de la actividad económica, como consecuencia del estado de alarma, y a la adopción de medidas temporales decarácter normativo. Por ejemplo, la ampliación de plazos para presentar declaraciones y autoliquidaciones y la posibilidad de solicitar aplazamiento para determinadas deudas tributarias ha tenido un impacto de 2.586 millones, la suspensión de los plazos de deudas tributarias 1.629 millones, entre otros.
Dentro de la recaudación por impuestos directos y cotizaciones sociales, la del IRPF alcanzó hasta mayo los 33.149 millones de euros, prácticamente la misma cifra que en el mismo periodo del año anterior, mientras que los ingresos por el Impuesto sobre Sociedades registraron una cifra negativa de 2.165 millones debido a las devoluciones realizadas.
En la imposición indirecta, que cedió un 8,9%, hasta 38.504 millones, la recaudación por IVA cayó un 9,1%, hasta los 29.268 millones de euros; al tiempo que los ingresos por impuestos especiales sumaron 7.823 millones de euros, un 8,4% menos. Dentro de estos tributos, el impuesto del alcohol y bebidas derivadas alcanzó los 277 millones (-0,7%), el de cerveza los 117 millones (+4,5%) y Labores del tabaco 2.512 millones (+4,8%).
LOS GASTOS SE DISPARAN UN 14,1%
En lo que respecta a los gastos, crecieron un 14,1% en términos de caja, hasta 66.843 millones en los cinco primeros meses del año. Los referidos al personal alcanzaron los 6.656 millones hasta mayo, un 5,1% más, principalmente por el alza de los sueldos (+1,5%), hasta 5.377 millones y las cotizaciones (+24,4%), hasta 1.253 millones.
Mientras, los gastos corrientes se elevaron un 37,6%, hasta los 2.018 millones de euros. De su lado, las transferencias corrientes crecieron un 19,3%, hasta los 42.625 millones, y las de capital subieron un 13,3%, hasta 2.646 millones.
Por último, las inversiones reales bajaron un 4%, hasta los 1.147 millones de euros, como consecuencia del descenso del 37,1% en el Ministerio de Defensa, hasta 307 millones, frente al alza del 18,8% en inversión civil, con 840 millones, por el alza del Ministerio de Fomento (+26,2% y 583 millones).