El fondo estadounidense ha recortado las previsiones de su gran apuesta inmobiliaria, Inmoglaciar, hasta reducir a una cuarta parte su plan original, elaborado antes del estallido de la pandemia del coronavirus y los efectos de la crisis económica actual.
La compañía planeó llevar a cabo 113 proyectos durante este año, pero finalmente se van a reducir hasta la veintena. De hecho, de las 99 promociones que iba a lanzar en 2020, actualmente barajan quedarse en 25 proyectos. Se trata de una paralización casi generalizada de todos sus proyectos.
Con este panorama, el fondo aplicará un expediente de regulación de empleo (ERE) que afectará al 80% de la plantilla, es decir, unas noventa personas de los 122 profesionales que tiene la inmobiliaria. Esta decisión será rápida y la compañía prevé cerrar la negociación la próxima semana.
Estas salidas se sumarán a las que ya aplicó la promotora a lo largo del primer trimestre del año, y que afectaron a algo más de una docena de profesionales, a quienes no se prorrogó contrato tras el periodo de prueba.
Hay que tener en cuenta que Cerberus posee el 95% de Inmoglaciar, mientras que el otro 5% del capital es propiedad de la familia Moreno, fundadora de la compañía. La promotora cerró 2019 con pérdidas de veinte millones de euros.
Otro de los cambios sustanciales que va a llevar a cabo el fondo es que centralizará sus oficinas en Madrid, y sólo dejará operativas sus sedes de Levante y Barcelona debido a la gran cantidad de terreno que poseen en ambas regiones, según El Confidencial.