Las restricciones a los viajes internacionales por el coronavirus provocaron una caída del 97% de las llegadas de turistas internacionales, después de que en marzo se registrara una disminución del 55%, según datos de la Organización Mundial del Turismo (OMT).
Entre enero y abril de 2020, las llegadas de turistas internacionales disminuyeron en un 44%, lo que se tradujo en una pérdida de aproximadamente 195.000 millones de dólares (173.686 millones de euros) en ingresos por turismo internacional.
Por ello, la OMT ha reiterado su petición a los gobiernos y organizaciones internacionales para que apoyen al turismo, «columna vertebral de las economías», con la prioridad de un «reinicio responsable».
Algunos gobierno han tomado medidas para reiniciar la actividad, como el levantamiento gradual de restricciones, la creación de corredores seguros de viaje, la reanudación de algunos vuelos internacionales y la mejora de los protocolos de seguridad e higiene.
El secretario general de la OMT, Zurab Pololikashvili, ha afirmado que la caída «repentina y masiva» de los turistas «amenaza a empleos y economías», por lo que «es vital que el reinicio del turismo sea una prioridad y se gestione de manera responsable, protegiendo a los más vulnerables y con la salud y la seguridad como la principal preocupación del sector».
ASIA Y PACÍFICO, REGIÓN MÁS AFECTADA
A nivel regional, Asia y el Pacífico ha sido la región más afectada por la pandemia, especialmente entre enero y abril, con una disminución de llegadas del 51%. En el mismo periodo, Europa registró la segunda mayor caída (-44%), seguida de Oriente Medio (-40%), Américas (-36%) y África (-35%).
A principios de mayo, la OMT estableció tres posibles escenarios para el 2020, que apuntan a posibles disminuciones en el número total de turistas internacionales entre 58% y 78%, dependiendo de cuándo se levanten las restricciones de viaje.
Desde mediados de mayo, la OMT ha identificado un aumento en el número de destinos que anuncian medidas para reiniciar el turismo, como medidas y políticas mejoradas de seguridad e higiene diseñadas para promover el turismo interno.