El presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli, ha trasladado este viernes a los jefes de Estado y de Gobierno que la propuesta de Bruselas para el plan de recuperación es una «base mínima de partida» sobre la que todavía es posible añadir «algunas mejoras», así como que los eurodiputados no aceptarán «ningún paso atrás».
El italiano ha intervenido al inicio de la cumbre telemática en la que los líderes europeos tendrán un primer intercambio de opiniones sobre el fondo de reconstrucción económica y el presupuesto de la UE para los próximos siete años. Ambos deben ser acordados por unanimidad entre las capitales y recibir después el visto bueno de la Eurocámara.
En su discurso ante los jefes de Estado y de Gobierno, que el Parlamento Europeo ha publicado, Sassoli ha recalcado que la propuesta de la Comisión Europea es «ambiciosa» pero también «representa una base mínima de partida. «No aceptaremos ningún paso atrás. Creemos que aún es posible adoptar algunas mejoras para garantizar que las decisiones cruciales que adoptaremos sean beneficiosas para los ciudadanos», ha expresado.
«No se puede ir atrás, lo hemos dicho muchas veces. Espero que la voz del Parlamento Europeo se tome en serio en estas circunstancias», ha remarcado, en la misma línea, en una comparecencia de prensa posterior en la que también ha insistido en que la Eurocámara no renunciará a sus «prerrogativas presupuestarias».
CONSECUENCIAS ASIMÉTRICAS
Por otro lado, además de pedir a los líderes «actuar urgentemente y con valentía», ha subrayado que trasladar el dinero del fondo a los países únicamente mediante préstamos (como piden los países del Norte) «tendría consecuencias asimétricas para la deuda de los distintos Estados miembros».
También ha incidido en que la creación de nuevos impuestos que financien los gastos de la UE (nuevos «recursos propios») es un aspecto «irrenunciable» y un «requisito previo indispensable» para la Eurocámara de cara a un «acuerdo global» sobre el presupuesto para el periodo 2021-2027 (MFF).
Sobre este punto, Sassoli ha reconocido que todavía es necesario que la Comisión presente propuestas legislativa concretas para establecer estos nuevos impuestos, pero ha indicado que la voluntad de los eurodiputados radica en que el futuro acuerdo incluya con claridad a partir de cuándo estarán vigentes.
«No queremos únicamente anuncios, queremos saber cuándo entraran en vigor», ha expresado sobre una cuestión que los países más críticos con la propuesta de Bruselas quieren dejar para una etapa posterior.