Sacyr y su socio Finic han puesto en servicio el segundo tramo de la autopista que construyen en Italia, la Pedemontana-Veneta, uno de los principales proyectos de infraestructuras del país que en total supondrá una inversión de 2.600 millones de euros, según informó la compañía.
Se trata del trazado entre Malo y Valdatisco, que da continuidad al inaugurado en 2019 entre Breganze y la interconexión con la A31, con lo que ya están operativos un total de 12 kilómetros de la nueva vía.
A través del consorcio SIS, que Sacyr controla al 49% y en el que Finic ostenta el otro 51%, los dos socios se encargan de la construcción, financiación, operación y posterior mantenimiento de la autopista de peaje durante un periodo de 39 años desde que finalice su construcción.
SACYR Y LAS CONCESIONES
En la actualidad, el proyecto está ya ejecutado al 78% en términos de inversión, según detalló la empresa. Además de una vía estratégica para Italia, la autopista constituye también uno de los ‘proyectos estrella’ de la cartera de concesiones de Sacyr.
El avance en la puesta en marcha de la autopista Pedemontana-Veneta coincide con la nueva estrategia de Sacyr de reforzar su apuesta por las concesiones. Así se reflejará en el nuevo plan estratégico que la compañía que preside Manuel Manrique diseña a 2025 para presentarlo en los próximos meses.
El proyecto requiere la construcción de 162 kilómetros de autopista, de los que 94 kilómetros corresponden a la vía principal, que comunicará 34 municipios y el área industrial de Vicenza y Treviso. Los otros 68 kilómetros son accesos secundarios.
Además, la vía contará con dos túneles, el de Malo, de seis kilómetros de longitud y el de San Urbano, de 1,5 kilómetros, así como ocho viaductos.
Se estima un tráfico de unos 27.000 vehículos diarios en la vía, cuya construcción se financia con los fondos que en su día Sacyr y su socio levantó en la que constituyó la mayor.