Un alemán llega al Ibex: Tacke era el último resquicio español de Gamesa

El miércoles, con el mercado ya cerrado, Siemens Gamesa nombraba a Andreas Nauen nuevo consejero delegado de la compañía en sustitución de Markus Tacke, que cesaba de su puesto después de tres años.

La noticia, como era de esperar, no fue bien acogida en la Bolsa española. Sus acciones se dejaron el jueves un 7,6%, viviendo su peor jornada desde mediados de marzo, cuando la crisis del covid-19 se dejó sentir en los mercados de todo el mundo.

Tacke asumió el cargo poco después de que Siemens y Gamesa cerraran la fusión de su proyecto de energía eólica, algo que ocurrió en abril de 2017. La idea era seguir creciendo y dominar una industria cada vez más competitiva. Pero desde la fusión, Siemens Gamesa “ha tenido problemas”, explican los analistas de Bloomberg.

INDIA, SU TALÓN DE AQUILES

Además de sufrir el deterioro de su negocio con retrasos en varios proyectos en los países nórdicos, India, uno de sus principales motores de crecimiento, se había convertido en su talón de Aquiles. Primero por un régimen regulatorio cambiante y últimamente por las estrictas medidas de confinamiento.

El ex CEO sabía que India era un área clave, y necesitaba ser mejorada, pero en medio de su gestión se cruzó la crisis del coronavirus, y los problemas empeoraron. La energética reportó pérdidas de 165 millones de euros en el segundo trimestre, con un impacto de 56 millones por el covid-19.

Y como las malas noticias no vienen solas, la compañía también anunciaba este miércoles que tendrá sus primeras pérdidas anuales desde 2017, y con este ya son tres los profit warning en los últimos años.

UN CAMBIO “NECESARIO”

El cambio de liderazgo llega “en un momento difícil” para la empresa, pero es “muy necesario para detener los malos resultados operativos», destacan desde Bloomberg. A pesar de que han ganado participación en el mercado de turbinas eólicas y ven una mejora en el cuarto trimestre, “no será suficiente para compensar las pérdidas anuales”.

La cuota de mercado de Siemens Gamesa entre los fabricantes mundiales de turbinas eólicas en alta mar cayó al 31% en 2018 desde el 58% de 2017. La ambición del nuevo CEO es volver a los niveles de hace tres años, cuando asumió el cargo Tacke.

En una entrevista el pasado mes de mayo, Nauen dijo que su objetivo era permanecer por encima del 50% de la cuota de mercado mundial y al mismo tiempo dirigir “un negocio rentable», lo que implica ganar al menos “la mitad de todos los proyectos en el mundo”.

FIN DE UNA ERA

Parece que todo llega cuando tiene que llegar y 2020 será recordado como el finde de una era, pues Siemens Gamesa ya es más alemana que nunca. A principios de año, la empresa llegó a un acuerdo con Iberdrola para que le vendiera su participación (8%) por casi 1.100 millones de euros.

Aunque la alemana ya tenía buena parte del accionariado de Gamesa desde la fusión, la venta de Iberdrola le llevo a alcanzar el 67%. En estos años, Tacke era lo más parecido a tener presencia española en la empresa, pues ha sido la persona al mando desde que las empresas se unieron.

Sin embargo, la elección de Nauen «es una muestra de la influencia que ya tiene Siemens sobre Gamesa».

ESPERANZA A LARGO PLAZO

Las perspectivas del último trimestre del año son positivas y se espera que las pérdidas del tercer trimestre puedan verse compensadas en el primer trimestre del próximo año fiscal. También se espera que la energía eólica siga creciendo con fuerza en los próximos años, y esto “debería de ser un factor positivo para la compañía” comenta Sergio Ávila, de IG. La ratio de deuda es del 19,5% de los fondos propios, “por lo que la deuda no es un problema en estos momentos a pesar de las dificultades por la que está pasando”.

Durante los últimos años, más concretamente en cada una de las presentaciones del tercer trimestre, Siemens Gamesa ha presentado un profit warning que le ha provocado fuertes caídas en Bolsa. En las dos últimas ocasiones logró recuperar los descensos, “esta vez se encuentra ante un mercado más turbulento y con unas menores perspectivas de crecimiento, por lo que tendrá mayores dificultades para compensar los 339 millones que pierde en su primer semestre contable (octubre-marzo)”, subraya Joaquín Robles, de XTB «pero no debería perjudicar el futuro».