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La crisis sanitaria mundial y la prolongación del estado de alarma hasta el próximo 21 de junio, día en que finalizará después de más de tres meses, han afectado a la economía mundial y a la española. De hecho, en lo que respecta a las diferentes economías, la española ha sido una de las peores paradas, solo por detrás de Italia y Grecia.
Son justo estos tres países mediterráneos los que más dependen de la llegada de turistas a sus territorios. El sector turístico ha sido el más afectado por la pandemia, el cierre de fronteras entre países ha llevado a la cancelación de reservas, y esto ha hundido al sector desde marzo. En el espacio Schengen solo se han permitido vuelos de máximo necesidad, y los vuelos internacionales se han cerrado salvo para repatriar a los locales atrapados en el extranjero. Es justo el sector turístico, aunque muy lentamente, el que más medidas está tomando para reactivarse. Durante este mes de junio se están abriendo fronteras entre los países que forman el espacio Schengen y el Reino Unido, lo que llevará a una gradual reactivación del sector hasta julio. El objetivo es reactivar este sector para que dé un empujón a la economía. De hecho, España pide UE el impulso de ecosistemas industriales sostenibles y digitales que permitan diversificar el comercio, estimular el crecimiento tras la emergencia sanitaria y, por supuesto, crear empleo.
Con la apertura de las fronteras las aerolíneas irán retomando su actividad, ya que el número de pasajeros ha caído en más de un 90% desde marzo. Los hoteles, grandes cadenas hoteleras y hostales, los otros grandes afectados del sector turístico, también están abriendo sus puertas de forma gradual, aunque han tenido que tomar muchas medidas para ello. Entre estas medidas está la reducción de su capacidad siempre y cuando sea necesario, para guardar las medidas de distancia exigidas por los organismos sanitarios, así como un mayor control en la limpieza. Tampoco se puede ofrecer buffet a los huéspedes. Los extranjeros podrán empezar a llegar a España una vez finalice el estado de alarma. De momento, el Gobierno español está trabajando con el Gobierno alemán para abrir rutas turísticas seguras para los viajeros. En concreto, se van a abrir rutas entre Alemania y las Islas Baleares. El Camino de Santiago también podrá empezar a recibir peregrinos a partir del 1 de julio, aunque muchos menos, pues los albergues, tanto públicos como privados, están reduciendo su capacidad.
Turismo y hostelería, los más afectados van reactivándose
Junto al turismo, la hostelería es el otro gran perjudicado. Miles y miles de restaurantes y bares han detenido su actividad desde marzo. Se estima que el 10% de ellos echará el cierre definitivo una vez pase el estado de alarma, por no poder asumir las grandes pérdidas generadas por el cierre prolongado, el resto seguirá abriendo. Algunos lo han hecho ya, y es que este sector está reactivándose según la fase de desescalada en la que esté cada provincia de las diferentes comunidades autónomas. Más de la mayoría del país está ya en la fase tres, la última fase en la que los hosteleros pueden abrir con medidas más laxas. Algunas comunidades autónomas, como Madrid, están en la fase 2, que solo permite abrir con el 50% de la capacidad. A partir del 21 de junio ya no habrá fases, pero los bares y restaurantes deberán seguir adaptándose a las nuevas medidas impuestas, como la distancia entre mesa y mesa.
Nuevas medidas también para el ocio
El ocio también se ha visto muy afectado, ya que las reuniones estaban prohibidas. Con el avance en la desescalada se ha ido permitiendo que un número de personas cada vez más grande se reúna, lo que ha llevado también a flexibilizar las medidas de los negocios de ocio, que van reactivándose al ritmo de la desescalada.
Entre estos negocios están los casinos, que también han permanecido cerrados durante el estado de alarma. Como consecuencia, muchos jugadores activos se han pasado al juego online. Sin embargo, el juego online tuvo sus limitaciones también. Muchos operadores de juego no pudieron hacer ningún tipo de promociones o dar bonos durante los últimos tres meses. Los bonos de casino son ofertas de dinero de juego extra que los jugadores reciben generalmente al registrarse por primera vez en un casino y al realizar su primer depósito. Este tipo de promociones no fueron permitidas por un tiempo prolongado, ya que la publicidad también ha tenido que adaptarse a las nuevas normas impuestas por el nuevo contexto social.
Las pequeñas y medianas empresas vuelven poco a poco, pero no todas lo harán
Las peluquerías y los centros de estética también han tenido que asumir la nueva normalidad, y aunque ya pueden abrir después de haber estado meses cerrados, han tenido que prestar especial atención a las indicaciones del Gobierno debido a que este tipo de negocios no pueden mantener la distancia social exigida debido a la naturaleza de su actividad. Del mismo modo, las empresas de carácter no esencial van volviendo a la normalidad y la mayoría ya están activas desde la fase 2 de la desescalada. Sin embargo, los expertos indican que no todas las empresas sobrevivirán a la actual crisis sanitaria.
Algunas grandes empresas, como la fábrica de Nissan en Cataluña, han cerrado sus puertas, aunque los más afectados son las pequeñas y medianas empresas. El Gobierno ha puesto a disposición de los ciudadanos ayudas y préstamos para que ninguna empresa se quede atrás y todas puedan reactivarse, pero entorno al 10% no lo lograrán. Esto hará que queden oficinas libres en las grandes ciudades, como Madrid, algo que también se verá beneficiado por el home office. De hecho, muchas empresas están apostando por que sus empleados puedan trabajar desde casa al menos de forma parcial, así, en caso de rebrote después del verano, las empresas y los trabajadores estarán mejor preparados. España nunca ha sido un país arraigado a la cultura del home office, pero quizá eso sea solo otra parte más de la nueva normalidad. Y es que, aunque se acaben las fases, todos los sectores de la economía española tienen mucho trabajo por delante, y tendrán que hacerlo siguiendo las nuevas medidas: o lo que es lo mismo, bajo la nueva normalidad.