jueves, 12 diciembre 2024

Canarias sacrifica la llegada adelantada de turistas alemanes; Baleares tiene prisa

El Gobierno de Canarias ni descarta ni renuncia a sumarse al plan piloto de corredores aéreos seguros previstos para la segunda quincena de junio. La iniciativa se materializará en la llegada de 10.900 turistas alemanes a Baleares, con una estancia mínima de cinco noches y sin pasar la cuarentena, según la ministra de Turismo, Reyes Maroto. Pero los requisitos para los viajeros -cumplimentar un cuestionario, firmar una declaración responsable y autorizar un seguimiento telefónico- resultan insuficientes para el Ejecutivo Canario. La Consejería de Turismo exige test PCR obligatorios en origen. Canarias no se la juega. Su temporada alta es más larga que la balear y no depende tanto del turista alemán. A todos les urge reactivar el turismo, pero no todos tienen la misma prisa.

La situación puede resumirse en un única idea: “Canarias y Baleares tienen circunstancias diferentes, a pesar de ser archipiélagos”, en palabras de Jorge Marichal, presidente de la Asociación Hotelera y Extrahotelera de Tenerife, La Palma, La Gomera y El Hierro (Ashotel). Por eso, empresarios y hoteleros canarios respaldan la decisión del Gobierno regional.

Desde un punto de vista profesional, los expertos en turismo achacan esas dos velocidades que marcan los archipiélagos a las diferentes necesidades y características del sector en ambas autonomías. “El turismo canario no es estacional como el balear y teme nuevos repuntes del coronavirus”, explica a MERCA2, Luciano Ochoa, CEO de Innova Tax Free Group, y añade, “los planes del turismo canario y su temporada se prolongan hasta el invierno, por eso no quieren que se retraigan sus campañas si hubiese nuevos brotes”.

Por otro lado, mientras Baleares recibe el 40% del turismo alemán, Canarias alberga el 28%. Sin embargo, si habláramos de turistas británicos, la cosa cambiaría: Canarias acoge al 40% de los turistas procedentes del Reino Unido, mientras que a Baleares sólo llega el 25%. En pocas palabras, Canarias tiene mucho más que perder, mientras que el archipiélago balear se la juega a una baza.

CANARIAS ESGRIME RAZONES DE SEGURIDAD

La consejera canaria de Turismo, Yaiza Castilla, considera que las medidas establecidas por el Ministerio del ramo son “insuficientes” para garantizar la seguridad y plantea la obligación de realizar test de detección del Covid-19 en los países de origen. Por su parte, los hoteleros consideran que “debería haber cierta uniformidad en los criterios sanitarios en los países emisores para evitar desventajas competitivas de unos países frente a otros”, expone la patronal canaria. “Los hoteleros no somos epidemiólogos y si el Gobierno de Canarias considera que necesita asegurar más los métodos que garanticen esa seguridad en destino, no somos quien para oponernos”, sentencia Marichal.

En sede parlamentaria la consejera Castilla insistió en que “tenemos una gran responsabilidad y un escaso margen de error”, porque debemos “garantizar la salud pública de los residentes y visitantes y asegurar la viabilidad de un sector del que depende el 35% de la actividad de nuestro sistema productivo y da empleo a 350.000 personas”.

El representante de los empresarios de alojamientos canarios insiste: “es muy importante que Europa en su conjunto establezca protocolos únicos para viajar, es decir, un miembro de la UE debe tener el mismo tratamiento con todos aquellos destinos dentro del mismo territorio comunitario”, recuerda Marichal. “Lo que no puede ser es que, por ejemplo, un británico tenga una cobertura diferente si va a Grecia que si viene a la Península o Canarias, de hecho, lo ideal es ponerse de acuerdo en unos mínimos y también en unos máximos para garantizar esa uniformidad”, reclama el también presidente de la patronal hotelera española (CEHAT).

EL EFECTO ‘BOOMERANG

La reacción de los empresarios canarios ante este corredor entre Alemania y Baleares, no se ajusta a su postura inicial respecto a la forma de reactivar el turismo, al menos así lo ven algunos expertos que recuerdan cómo “abogaban por una conectividad aérea y conexiones directas –incluso por acordar un corredor verde con Madeira y Azores-“.

En este sentido, “si cada Comunidad Autónoma va por libre y si no se coordina desde España una planificación para ganar certidumbre sobre un destino seguro, puede ser contraproducente”, advierte Ochoa.

Esta coordinación conjunta no es incompatible con que cada Autonomía despliegue su propia estrategia para captar turistas, puesto que “se entiende que cada región trabaje por atraer a ‘su’ turismo, pero si el camino emprendido por Canarias se muestra mejor respecto al resto de España, y luego no es el mejor camino, puede suponer un efecto boomerang”, concluye Ochoa.


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