El ‘caravaning’ y casas rurales tumban la temporada de verano de los hoteles

La incertidumbre por la crisis económica que ha desatado la pandemia del coronavirus, y el miedo ante un posible rebrote, hacen difícil encontrar el equilibrio entre seguridad y turismo. Pero algunas fórmulas como el caravaning, u optar por casas rurales con piscina, son las alternativas al alza en las últimas semanas. Mientras que la opción de reservar habitación en un hotel para este verano se desinfla, tras las limitaciones que se están imponiendo en los últimos días.  

El sector hotelero empezaba a ver la luz al final del túnel y ya pensaban que podrían salvar la temporada de verano adaptando al máximo sus instalaciones para cumplir con la normativa vigente. Pero una estancia en hotel sin buffet libre, con limitación de aforo en los restaurantes, sin zonas comunes, e incluso con restricciones en la piscina, ha provocado que muchas familias se decanten por otras opciones para disfrutar de las tan ansiadas vacaciones.

Así, este verano se puede pasar del “Quédate en casa” a “Muévete con tu casa” alquilando una caravana o autocaravana, una opción en auge que abre la puerta a los viajes seguros, con todas las garantías frente al covid-19.

Las bondades del caravaning son más que evidentes, ya que garantiza el distanciamiento social necesario para sentirse seguro, lejos de las aglomeraciones que se producen en los hoteles.

Además, los vehículos, tanto de alquiler, como de compra, cuentan con todas las medidas de higienización necesarias frente al coronavirus, y son sometidos a limpieza con máquinas de ozono y peróxido de hidrógeno, tal y como aseguran desde Aseicar (Asociación Española de la Industria y el Comercio del Caravaning).

Lejos queda la concepción de la caravana para los más bohemios, ahora son aptas para cualquier tipo de viajero y están totalmente equipadas. Cuentan con cuarto de baño con ducha, cocina con nevera, horno, despensa, depósito de agua caliente y fría, camas individuales y dobles, literas, sofás.

De este modo, la carrera meteórica de las autocaravanas y caravanas parece no tener freno. Según Aseicar se prevé superar la caída de marzo y abril con un verano lleno de reservas.

De hecho, según ha podido saber MERCA2, ya hay muchas compañías de alquiler de este tipo de vehículos que tienen reservas superiores al 80% para los meses de verano, y probablemente este sector sea el que cuelgue el cartel de completo, y no los hoteles.

CASAS RURALES

Pero la ‘nueva normalidad’ también ha traído un cambio de concepto en cuanto a las vacaciones de verano. Este año el turismo rural se ha convertido en la alternativa más demandada a la playa al evitar aglomeraciones, y no estar sujeto a tantas restricciones al movimiento y a la concentración como en el litoral.

Los campings y casas rurales juegan la carta de la proximidad, los espacios abiertos y el contacto con la naturaleza para remontar, tras el peor inicio de temporada de su historia. A estas alturas, los campings ya tendrían asegurada el 80% de la ocupación para el verano. En estos momentos, se sitúa de media en el 40%, pero el creciente ritmo de reservas invita a cierto optimismo. 

Además, para garantizar la seguridad de los visitantes, los campings han impulsado un plan que incluye medidas como el refuerzo de vigilancia en zonas infantiles, o el incremento de la frecuencia de limpieza de espacios compartidos.

Alquilar una casa rural se ha convertido en la opción preferida de muchas familias, ya que son inmuebles espaciosos y la mayoría de ellos cuentan con jardín, e incluso piscina en el mejor de los casos.

Por otro lado, no todas las casas rurales están en zonas de interior o en la montaña. Cada vez está menos reñido el concepto casa rural y playa, como ocurre en el norte de España.

De este modo, también hay una tendencia al alza de reservar casas rurales en zonas cercanas a la playa, o con buen acceso a la misma. Y se posiciona como la mejor opción para evitar las restricciones de los hoteles.

PISOS TURÍSTICOS

En este peculiar verano hasta los pisos turísticos son una alternativa más fiable que los hoteles, según los expertos del sector. De este modo, los propietarios de estos inmuebles que no hayan trasladado su activo al mercado del alquiler tradicional, podrán encontrar inquilinos para los meses de verano.

Esta tendencia demuestra que nos sentimos más seguros en otras viviendas, donde la limpieza dependa de uno mismo y donde podamos continuar con nuestros hábitos de higiene y prevención.

Además, supone un balón de oxígeno para el sector de viviendas de uso turístico (VUTs), que actualmente registra pérdidas cercanas a los 500 millones de euros. Pero esta cifra podría alcanzar los 3.000 millones, según fuentes de la Federación Española de Asociaciones de Viviendas y Apartamentos Turísticos (Fevitur).

Desde la patronal aseguran que “estamos observando una reactivación principalmente en destinos de interior, y que la oferta de alojamiento elegida es en su mayoría pequeños alojamientos, individuales” y añade que la mayoría de las reservas son de turistas nacionales.

Sin embargo, no todos los propietarios podían esperar a esta reactivación del sector y decidieron decantarse por el alquiler tradicional para conseguir liquidez cuanto antes. De este modo, desde Fevitur calculan que actualmente cuentan con un 6% menos de oferta de pisos turísticos.