El rechazo al azúcar se ha multiplicado debido a los distintos y continuos estudios que se publican y publicitan sobre las consecuencias que puede tener para el organismo su consumo excesivo, del mismo modo que es perjudición el consumo de grasas saturadas, una dieta de carnes magras o alimentos muy salados. En la actual guerra contra el azúcar han florecido edulcorantes alternativos como la stevia, la sacarina o la fructosa. Ahora bien, ¿cuál es mejor? ¿Es el azúcar el mal reencarnado? ¿Por qué se ha demonizado el azúcar si se sabe que es necesario para el buen funcionamiento del organismo? Vamos a analizar por qué los edulcorantes alternativos como la stevia o la sacarina han puesto en jaque al azúcar y si realmente son tan saludables como perjudicial el azúcar.
3LA SACARINA, EL PRIMER SUSTITUTO POPULAR DEL AZÚCAR

La sacarina fue el primer edulcorante artificial, sintetizado a partir del derivado del tolueno y el anhídrido ftálico. A su favor, cuenta con que no aporta carbohidratos ni calorías, y que es mucho más dulce que el azúcar. Ahora bien, en su debe se encuentra el regusto metálico que no a todos los consumidores gusta. De ahí que, a pesar de que es muy popular, aún no se ha afianzado como el gran sustituto del azúcar. También ha influído que durante algunas décadas se prohibiera su comercialización por ser, supuestamente, potenciador de algunos tipos de cáncer, algo que se ha desterrado por completo. Actualmente, existe cierta polémica sobre cómo actúa realmente la sacarina en el organismo, y es que se ha descubierto que esa sensación de más dulzor lo que hace es engañar al organismo, por lo que este reacciona como si estuviera consumiendo azúcar. Así pues, los focos se dirigen hacia la stevia.