Las acciones de los principales fabricantes automovilísticos alemanes (Volkswagen, BMW y Daimler) han caído este jueves en la Bolsa de Frankfurt tras el anuncio del Gobierno germano de un plan de apoyo al automóvil que contempla duplicar los incentivos a la compra de coches eléctricos, pero dejando fuera a los modelos de combustión.
Así, Daimler se dejó un 1,59% en la negociación de este jueves, pasando de 37,68 euros por título del cierre de la sesión anterior a 37,08 euros. Sin embargo, a media sesión las acciones de la compañía llegaron a caer hasta un 5,8%.
Por su parte, los títulos de Volkswagen cerraron la negociación en 141,61 euros, un 1,32% menos en comparación con los 143,51 euros del día anterior. Al igual que Daimler, las acciones de la firma presidida por Herbert Diess llegaron a perder casi un 4% de su valor con respecto al miércoles.
BMW fue el fabricante alemán que menos cayó en la jornada de este jueves en Bolsa, con un 0,33% de reducción, hasta 58 euros por acción, llegando incluso a estar en números verdes a media sesión.
LOS VEHÍCULOS DE COMBUSTIÓN TIENEN LOS DÍAS CONTADOS Y EL SECTOR TIEMBLA
Todo ello en el día en el que el Gobierno alemán ha aprobado un paquete de estímulos por valor de 130.000 millones de euros para apoyar a la economía del país a recuperarse de la crisis derivada de la pandemia del coronavirus, en el que se incluye un plan de incentivos a la compra de coches eléctricos que duplica el actual y que concederá hasta 6.000 euros por vehículo, aunque deja fuera a los modelos de combustión.
Tal como anunció en una rueda de prensa la canciller, Angela Merkel, la intención del Ejecutivo germano es reactivar la economía tras una situación «extremadamente difícil», pero a través de un paquete de medidas que, a su vez, trate de mitigar el cambio climático.
Por ello, Alemania incentivará solo la compra de modelos eléctricos, para así tratar de reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2) de los vehículos. Sin embargo, el Gobierno alemán ha destacado que el resto de los vehículos se beneficiará de otras medidas, como la reducción del Impuesto del Valor Añadido (IVA), que pasará del 19% al 16%, lo que disminuirá el precio de los coches de combustión.
Según este plan, Alemania invertirá unos 2.200 millones de euros en incentivar la compra de automóviles ‘cero emisiones’ y flotas de vehículos eléctricos. También destinará 2.500 millones de euros al desarrollo de infraestructuras de recarga para coches eléctricos y a la producción de baterías y 7.000 millones de euros a intensificar el uso del hidrógeno como energía.
«La reducción del IVA supondrá un claro descuento para todas las clases de automóviles, pero también lanzaremos unos incentivos específicos a la movilidad eléctrica, dentro de los cuales habrá inversiones en infraestructura de recarga», ha subrayado Merkel.