La Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES) afirma que la política tributaria implementada por el Gobierno no ha contribuido a paliar los efectos de la crisis del Covid y advierte de que la incertidumbre sobre su desarrollo futuro y una «posible» subida de impuestos para financiar el gasto público «desbocado» puede terminar de deprimir la demanda y alejar la inversión.
Así lo señala la fundación presidida por el expresidente del Gobierno, José María Aznar, en un artículo en el que indica que la ausencia de medidas tributarias «efectivas» para el mantenimiento de la actividad económica y mensajes como el de la posible implantación de un impuesto sobre la fortuna contradice principios como el respeto a la libertad económica, la neutralidad respecto a la competencia, el estímulo al crecimiento o la congruencia.
A su juicio, las medidas tributarias aprobada son «insuficientes», al consistir en ampliaciones de plazos para la presentación de algunas liquidaciones tributarias y en la posibilidad de aplazar otros ingresos en el caso de pequeñas empresas, siendo «todas aprobadas en el último minuto y manteniendo la obligación de hacer frente a los pagos en este ejercicio 2020».
En este sentido, critica que no hay «ninguna medida efectiva de reducción de la carga tributaria para contribuyentes sin ingresos, con sus negocios cerrados por la suspensión de la actividad económica decretada por el Gobierno para hacer frente a la crisis sanitaria», así como el mantenimiento de los plazos para realizar las declaraciones del IRPF, a pesar de las dificultades*para los contribuyentes y los asesores fiscales y del cierre de las delegaciones de la Agencia Tributaria.
Para FAES, si hasta la fecha la política tributaria «no ha contribuido a paliar los efectos de la crisis», la incertidumbre sobre su desarrollo futuro y una «posible» subida de impuestos para financiar un gasto público «desbocado», pueden terminar de deprimir la demanda y alejar la inversión, en el momento en que más lo necesita nuestra economía.
Por último, señala que «a pesar de los eslóganes, ni siquiera podrá esgrimir el Gobierno que sus políticas tienen como principal objetivo la contribución a la redistribución de la renta, ya que esta, a diferencia de lo que sucede con la energía, se crea y se destruye». «No es posible distribuir algo que primero se ha destruido», ha añadido.