La vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos y para la Transformación Digital, Nadia Calviño, ha insistido este jueves en que el papel de Europa es clave en la gestión de la pandemia del coronavirus porque «la respuesta debe ser europea y contundente», con un plan de recuperación financiado por deuda europea, a la espera la propuesta de la Comisión Europea en los próximos días que sea una «buena base» para un acuerdo.
Así lo ha subrayado Calviño en la inauguración de la sesión telemática del Círculo de Economía ‘Reflexiones políticas, económicas y sanitarias en torno a una pandemia’, en la que también ha participado el vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea, Vladis Drombrovskis.
Calviño ha agradecido el esfuerzo de las instituciones comunitarias, «con avances muy importantes en tiempo récord», y ha incidido en que el Gobierno español contempla un plan de recuperación financiado por deuda europea.
Asimismo, ha valorado la iniciativa del presidente francés, Emmanuel Macron, y la canciller alemana, Angela Merkel, de crear un fondo de 500.000 millones de euros destinado a las regiones y sectores más afectados por la pandemia, que ve «orientado en la dirección de lo defendido por España».
ACUDIRÁ AL MEDE EN FUNCIÓN DEL «INTERÉS GENERAL»
«Espero que la propuesta de la CE sea una buena base para que tengamos cuanto antes un acuerdo y visión de futuro conjunta», ha asegurado sobre la propuesta que está previsto que presente Bruselas la próxima semana.
Preguntada sobre la posibilidad de que España recurra al Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), ha respondido que el Gobierno ha apoyado la necesidad de crear instrumentos de liquidez para apoyar a los Estados miembros, como el sistema de garantías reforzado del BEI, el mecanismo de reaseguro del desempleo (SURE) y también la línea precautoria del MEDE para poder financiar el gasto sanitario directo o indirecto derivado de la pandemia.
«Es muy importante, desde el punto de vista financiero, pero también y quizá aún en mayor medida, desde el punto de vista político, que dispongamos de instrumentos europeos, financiados con deuda europea, suscrita por instituciones europeas», ha enfatizado.
No obstante, ha apuntado que las decisiones sobre recurrir a estos instrumentos estarán guiadas «por la defensa del interés general», en referencia al de los contribuyentes, toda vez que ha insistido en que se trata de «un paso adelante muy importante» y un «primer paso» sobre el que construir el «gran pacto», en alusión al plan de reconstrucción.
De cualquier forma, se ha referido a la modificación de la estrategia de emisión de deuda prevista para este año, por parte del Tesoro, que refleja unas necesidades de financiación adicionales de unos 100.000 millones de euros. En este sentido, ha apuntado que está «muy avanzado» en el calendario de emisiones.
PIDE EL COMPROMISO DE PARTIDOS, AGENTES SOCIALES Y CIUDADANOS
La vicepresidenta ha apuntado que el impacto de esta pandemia se traducirá en una contracción del PIB por encima del 9% este 2020, y un crecimiento de la economía del 6,8% en 2021.
Para intentar mitigar estos efectos, ha destacado que el Gobierno ha puesto en marcha medidas de liquidez, emitiendo avales del ICO por valor de 40.700 millones de euros, gracias a los cuales se han movilizado 53.600 millones de euros de financiación.
También ha subrayado los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), a los que se han acogido unas 550.000 empresas y más de tres millones de trabajadores, «que están cobrando una prestación cuando en circunstancias normales no tendrían derecho a la misma».
Pese a todo, las previsiones son que el déficit público supere el 10% del PIB y la deuda pública alcance el 115% del PIB.
«Esto requiere del compromiso de todos, de los agentes sociales, ciudadanos y el tejido empresarial, que ha sido tremendamente responsable y cuyo papel es clave de cara a la reconstrucción», ha finalizado.