Las hipotecas al 100% más gastos eran bastante habituales antes de la gran crisis financiera, pero tras la explosión de la burbuja inmobiliaria, la caída del precio de la vivienda y la falta de liquidez, las entidades empezaron a retirar su oferta para acabar ofreciendo un 80% de financiación como máximo en primera vivienda o del 75% para segunda.
Las condiciones para dar crédito hipotecario se han endurecido en estos años y ahora es necesario aportar un 30% de ahorro propio para cubrir gastos de notaría o gestoría entre otros. Además, el 80% que presta el banco no debe superar el 35% de los ingresos mensuales.
Acudir a una hipoteca sin ahorros es arriesgado porque la cantidad a pagar cada mes acaba superando con creces el valor de la vivienda. Y esto ocurre porque el banco tiene que cubrir el coste de la adquisición y los gastos de escrituración, de manera que los plazos de amortización son más largos.
Los bancos consiguen liquidez para sus operaciones haciendo titulizaciones de hipotecas, emitiendo bonos o títulos de hipotecas a fondos de inversión. Pero no lo pueden hacer si las hipotecas superan el 80% del valor de tasación de la vivienda, es el límite para garantizar la solvencia de los productos hipotecarios que están detrás de los títulos. Por eso, la mayoría de entidades han mantenido esta tendencia, pero otros han vuelto a financiar el 100%.
OBJETIVO: DAR SALIDA A INMUEBLES
Los bancos que tienen activos inmobiliarios adjudicados y necesitan deshacerse de inmuebles son los que están apostando de nuevo por esta fórmula. Es el caso de la entidad que preside Ana Botín, lo hace para dar salida a los inmuebles que adquirió tras comprar el Banco Popular en 2017 a través de la ‘Hipoteca Altamira’ que incluye el dinero para la compra y escritura del inmueble.
El Banco Santander ofrece un préstamo a 40 años y esto supone acabar pagando más en intereses, ya que hay más tiempo para amortizarlo. Pero solo se puede usar para comprar los pisos pertenecientes al banco y a las entidades que este ha absorbido. En concreto para viviendas o locales comercializados por las inmobiliarias Altamira, Casaktua y Aliseda.
No es fácil acceder a esta financiación, el banco pone bastantes condiciones y la principal es que el inmueble a comprar (ya sea una oficina, un garaje, un local o una vivienda) sea del banco. También valora que el futuro clienta tenga un perfil económico solvente y estabilidad laboral. Entre los requisitos, también está que el interesado no tenga deudas pendientes ni aparezca en ningún fichero de morosos como ASNEF.
BANKINTER REPITE
En la misma línea, Bankinter, que ofrecía a principio de año esta financiación al completo para más de 100 viviendas ha vuelto a poner a la venta otras 135 tras acabar el primer lote. En su caso, ofrece un plazo de hasta 30 años.
La hipoteca es variable, al igual que la del Santander y la edad máxima para acabar de pagar es de 75 años frente a los 80 años que establece la entidad cántabra. Su interés, así como las comisiones, pueden variar en función del perfil del cliente.
La principal diferencia de Bankinter es que exige vinculación: domiciliar la nómina, contratar un seguro de vida, un seguro de hogar y firmar un plan de pensiones. En caso de no cumplir ningún requisito, el interés sube en 1,3 puntos porcentuales.
LIBERBANK, ABANCA…
Otro banco que repite con esta fórmula es Liberbank, que ya lanzó en enero (en colaboración con Haya Real Estate) su “Campaña de Invierno” para sacar adelante 975 viviendas propias con hasta un 70% de descuento en el precio y el 100% de financiación. Ahora ha puesto en marcha la venta de más de 2.200 inmuebles con las mismas condiciones.
Lo mismo que ocurre en Abanca, donde tienen hipotecas al 90% y al 100% para inmuebles adjudicados, y CaixaBank, que habitualmente otorga hasta el 80% del valor de la garantía cuando se trata de la vivienda habitual, pero estudia un porcentaje más alto de financiación cuando se trata de inmuebles propiedad de la entidad.
Otras entidades, como BBVA, ING, Sabadell y Kutxabank se muestran más rotundos, ya no ofrecen una financiación tan elevada, su límite está en el 80% según explican a MERCA2.