Grandes compañías energéticas que operan en España como Repsol, Iberdrola o Endesa, entre otras, afrontan este martes un nuevo hito en su escalada verde. El Consejo de Ministros dará luz verde al anteproyecto de Ley de Cambio Climático y remitirá el documento a las cortes para su futura aprobación. Los excesos energéticos ya son parte del pasado.
Aunque el camino no ha sido sencillo. Hace poco menos de un año, la petrolera de referencia en nuestro país, Repsol, tenía un fuerte choque dialéctico con la ministra del ramo. En concreto, Antonio Brufau y Teresa Ribera cruzaban interpretaciones distintas sobre cómo afrontar parte del futuro energético español. Por suerte todo eso ha quedado atrás, y la petrolera, metida ahora también de lleno en el negocio eléctrico, ha asumido el cambio verde sin mayor tozudez que la de afrontar la realidad.
Para ello la compañía, hace unos meses, definió uno de los grandes objetivos de su futuro verde. Repsol se ha fijado el objetivo de alcanzar cero emisiones netas en el año 2050, con lo que se convierte en la primera compañía de su sector en asumir esta ambiciosa meta. Al mismo tiempo, fija una senda de descarbonización con objetivos intermedios de 2020 a 2040.
Para alcanzar este objetivo, Repsol se plantea nuevas metas de reducción de su indicador de intensidad de carbono sobre la base del año 2016: del 10% en 2025; del 20% en 2030; y del 40% en 2040, para avanzar hacia las cero emisiones netas de CO2 en el año 2050. Con los avances tecnológicos hoy previsibles, Repsol anticipa que se pueda alcanzar al menos el 70% de reducción de emisiones netas para ese año. Estos objetivos están en consonancia con lo que pretende la Ley de Cambio Climático, aunque el horizonte temporal pondrá piedras en el camino, como ha sucedido con la crisis generada por el coronavirus.
LAS ELÉCTRICAS Y SU NUEVO PAPEL
Junto a Repsol, los otros actores clave en la nueva concepción verde del Gobierno son las grandes eléctricas. Estas empiezan con mejor pie. La sintonía de la ministra Ribera con Ignacio Sánchez Galán (Iberdrola); José Bogas (Endesa); y Francisco Reynés (Naturgy), es buena.
Todos han defendido las acciones que está llevando a cabo el Gobierno. Algunos, caso de Reynés, lo han hecho en foros público de primer nivel. Así, a principios de año, en Davos, aplaudió la decisión con la que el Ejecutivo había afrontado la declaración de emergencia climática. Y es que la gasista ha tenido (y tiene) abierto un frente debido a la nueva regulación que les afecta como distribuidor de gas.
Por lo que respecta a Iberdrola, que lleva años labrando su futuro verde con la inversión en renovables, llega el turno de acelerar también. Así, en línea con su apuesta por la descarbonización, la energética vasca ha cerrado ya 15 plantas de carbón y petróleo (con una capacidad instalada de 7,5 GW) en todo el mundo desde 2001, y se encuentra en proceso de cerrar las dos últimas (874 MW), ambas situadas en España.
Para el final del periodo 2018-2022, habrá invertido 34.000 millones de euros, de los que 16.000 millones (el 47%) son para redes inteligentes y 13.300 millones (39%), para renovables. De este modo, la apuesta por las energías limpias, y por favorecer medidas para combatir el cambio climático a nivel mundial, ha llevado a Iberdrola a continuar reduciendo las emisiones propias, hasta situarlas en 2019 por debajo de los 110 gramaos por kWh.
En cuanto a Endesa, la descarbonización de su mix energético en 2050 llegará a través de un ambicioso plan de reducción progresiva de emisiones durante los próximos años; así como el aumento en un 38% de la capacidad instalada en renovables en 2022 respecto a 2019.
De cara al futuro inmediato, la compañía de José Bogas espera que en 2022 la actividad del carbón se habrá reducido un 99% y en 2030 se producirá un cese completo de su actividad. En cuanto al fomento de la movilidad eléctrica, la eléctrica azul quiere que sea una de las vías principales para la lucha contra el cambio climático. El objetivo del plan de movilidad eléctrica es tener instalados 36.000 puntos de recarga de uso público y privado en el año 2022.
Por último, en esta línea de trabaja también se sitúa Naturgy, que durante los dos próximos ejercicio realizará los primeros grandes movimientos. Así, al compañía de Reynés trabaja en la construcción de nuevos proyectos de generación de electricidad renovable para cumplir el bjetivo de triplicar su potencia renovable instalada en 2022.
Del mismo modo, llevarán a cabo el cierre de manera programada de sus centrales térmicas de carbón antes del 2021. Asimismo, proporcionan a sus clientes gas natural, que desplaza a otros combustibles más contaminantes, como el carbón o el petróleo, para evitar la emisión anual de millones de toneladas de CO2 a la atmósfera.