NH Hotel Group registró unas pérdidas de 57,2 millones de euros en el primer trimestre de 2020, casi cuatro veces más que los 14,7 millones de un año antes, como consecuencia del cierre forzoso de los hoteles en el mes de marzo ante la pandemia del coronavirus y las restricciones gubernamentales.
En el trimestre, los ingresos cayeron un 20,8% con respecto a un año antes, hasta los 279 millones de euros. En enero y febrero, la facturación creció un 8%, en contraposición con la caída del 65,8% de marzo.
La tasa de ocupación se redujo hasta el 46,3% en el trimestre, frente al 65,9% del mismo periodo del año anterior, por lo que los ingresos por habitación disponible (RevPAR) se redujeron un 27,1%, amortiguados ligeramente por un incremento del precio medio del 3,6%.
Aunque la compañía ha implementado planes de contingencia desde el mes de marzo, el impacto de estos serán visibles durante el segundo trimestre. Por ello, el Ebitda recurrente reportado del grupo fue de 30,9 millones de euros, un 63% menos.
A 31 de marzo de 2020, la compañía mantenía un nivel de deuda financiera neta de 254 millones, junto a una «fuerte» posición de caja de 489 millones, «a pesar del consumo de caja operativa del trimestre.
La compañía se ha visto obligada a cerrar el 95% de los hoteles de su portfolio, dejando abierta una mínima cartera a disposición de las autoridades.
NH ha contribuido en la gestión de la crisis sanitaria con hoteles medicalizados y hoteles para personal sanitario y otros colectivos esenciales.
El consejero delegado del grupo, Ramón Aragonés, ha destacado que el coronavirus representa «el mayor desafío al que se ha enfrentado la industria hotelera en todo el mundo», además de que la transformación operativa y financiera, así como las medidas de eficiencia y la liquidez les permitirán «superar esta situación, mantener el liderazgo y ser más competitivos cuando retorne la normalidad».
PLANES DE CONTINGENCIA
Para hacer frente al impacto de la crisis del coronavirus y adaptar sus equipos a la situación, la compañía ha puesto en marcha expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) para sus trabajadores de hoteles y oficinas, así como reducciones de horarios y salario en los países donde las regulaciones no permiten la primera opción.
NH ha reducido «drásticamente» todos los gastos no prioritarios en los mercados donde opera y en las funciones de soporte de negocio. Asimismo, desde principios de marzo se cancelaron todos los viajes de personal del grupo, se suspendieron los gastos de asesoramiento no prioritarios de terceros y se redujeron de manera significativa todos los relativos a marketing y publicidad.
Además, se han llevado a cabo negociaciones con proveedores para reducir los importes de aprovisionamiento, buscar productos alternativos de menor coste y alcanzar mejoras en las condiciones de pago. La compañía se ha adaptado al entorno de caída de ingresos, cuyos ahorros en costes variables y fijos se reflejarán «con mayor intensidad» en el segundo trimestre.
La compañía se ha centrado en proteger la liquidez, por lo que ha revisado las inversiones en mantenimiento y reforma de hoteles, posponiéndolas o cancelándolas salvo en los casos de estado avanzado, lo que ha reducido en 80 millones las ejecuciones de reformas.
Al mismo tiempo, se han impulsado negociaciones sobre los hoteles operados bajo contratos de arrendamiento, con lo que se han alcanzado acuerdos de reducción de renta con «un número elevado» de propietarios y se mantienen abiertas las conversaciones con el resto.
El pasado 28 de abril, el consejo de administración de la sociedad acordó dejar sin efecto la propuesta de distribución de un dividendo de 0,15 euros brutos por acción con cargo al ejercicio 2019, lo que hubiese supuesto un desembolso de aproximadamente 59 millones en 2020.
Por otro lado, en marzo, la compañía suscribió líneas de crédito por importe de 275 millones (línea de crédito ‘revolving’ por importe de 250 millones y líneas de crédito bilaterales a corto plazo por importe de 24,5 millones), mientras que en mayo ha firmado un préstamo sindicado por importe de 225 millones de euros con vencimiento en 2023, que permitirá financiar las necesidades operativas de la compañía ante el actual escenario económico global. Con todo ello, la liquidez disponible es superior a 675 millones de euros.
REAPERTURA GRADUAL
El grupo ha reabierto sus canales de ventas y sistemas de reservas este mes de mayo y planea una reapertura progresiva de los hoteles en las principales ciudades, concentrando inicialmente la demanda de cada destino en aquellos establecimientos que le permitan optimizar recursos y rentabilidad.
La primera en reactivar gradualmente la actividad hotelera será la unidad de negocio del norte de Europa, que prevé contar con alrededor de 30 hoteles operativos a lo largo de este mes de mayo.
En el sur de Europa, por su parte, la compañía espera que las primeras aperturas se lleven a cabo entre finales de mayo y principios de junio. La unidad de negocio de América, que fue la última impactada por el bloqueo global, lo hará en último lugar.
La compañía estima que la recuperación será impulsada inicialmente por la demanda doméstica y aprovechará su fuerte presencia en los principales destinos de Europa y Latinoamérica para la fase inicial de estabilización y recuperación, con un enfoque en el segmento ‘B2C’, que representa entre el 60 y 70% del negocio.
Para ello, se asegurarán los requerimientos de seguridad, distanciamiento social, higienización y desinfección en los hoteles, para lo que ha adaptado cerca de 700 estándares del grupo. En ello será relevante la transformación digital para reducir el contacto entre personas.
SGS ha revisado los protocolos sanitarios del grupo a través de un acuerdo alcanzado en mayo. El hotel NH Collection Barbizon Palace de Ámsterdam y el NH Nacional en Madrid son los primeros hoteles donde estos estándares sanitarios serán monitorizados.