jueves, 12 diciembre 2024

Transición justa y perspectiva de género en la industria fotovoltaica

El covid-19 no ha tenido impacto en el compromiso del Gobierno con el proceso de transición energética. Más bien al contrario, la evolución hacia un nuevo modelo energético se ha identificado como una salida para reactivar la economía de España. En estos dos enunciados podrían resumirse las principales conclusiones de otro de los #DialogosSolaresDesdeCasa organizado por la patronal fotovoltaica, UNEF. De hecho, la intención es que la emergencia sanitaria ceda paso a la emergencia climática casi con carácter inmediato, tal y como insisten desde el Ejecutivo.

Y, ¿por qué será beneficioso acelerar la transición para agilizar a su vez la generación de empleo y riqueza? Porque España dispone de un buen recurso para la generación renovable –inmejorable, en el caso del sector fotovoltaico-, un tejido industrial competitivo y fuerte, y talento profesional, concluyen también los organizadores del webinar.

Pero el escenario postcovid plantea también desafíos que el sector se verá obligado a afrontar. La industria solar puede ser protagonista en las zonas de transición justa como son Aragón, Castilla y León, Castilla La Mancha, Galicia y Asturias, tanto en su vertiente de construcción de plantas en suelo, como en los proyectos de autoconsumo y en la fabricación de componentes y equipos.

Los compromisos de los recientemente activados Convenios de Transición Justa se centran en apoyar a los trabajadores y los territorios de las zonas afectadas por las minas y las centrales térmicas de carbón en proceso de cierre. En otras palabras, esos territorios y personas para los que el proceso de descarbonización de la economía alterará el paisaje energético, laboral y social.

Los focos de actuación prioritaria de esta estrategia de transición justa son el mantenimiento del empleo en estas áreas y su dinamización económica e industrial, ligados al despliegue de energías renovables y otros proyectos.

Sobre la recuperación ambiental de estas zonas industrializadas ahondaba Laura Martín, vocal asesora de la vicepresidenta cuarta y titular del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), Teresa Ribera. “Las actuaciones en transición justa persiguen acercar oportunidades de negocio allí donde se producen los desafíos por la transición energética, por eso, estamos trabajando en un paquete de medidas para que las zonas que han sido parte fundamental del desarrollo energético del país puedan seguir siéndolo”. A través de estos convenios se trata de “promover inversiones en generación de renovables pero también habrá oportunidades para la industria de fabricación de equipos”, ha afirmado Martín.

El fomento de estos nuevos proyectos se realizará mediante “el otorgamiento, por concurso, de permisos de acceso a la red para nuevos proyectos renovables en las zonas en transición con un mecanismo que pondere los beneficios técnicos y económicos como los medioambientales y sociales, incluida la generación de empleo”, tal y como ha explicado la asesora del MITECO y como quedó aprobado mediante Real Decreto.

En este sentido, “en el paquete de medidas abierto a consulta pública, como la estrategia de almacenamiento, la hoja de ruta del hidrógeno o las ayudas a la inversión en energías renovables eléctricas y térmicas del IDAE, buscaremos soluciones para las zonas de transición”.

En el contexto descrito, “esperamos que el sector fotovoltaico se involucre a través de inversiones en plantas, en proyectos de autoconsumo, en soluciones industriales y de fabricación, y mantendremos el diálogo con el mismo para que así sea” ha concluido Martín.

LA IMPORTANCIA DE LA PERSPECTIVA DE GÉNERO

La perspectiva de género representa una parte importante en la definición de la estrategia y de las herramientas para la transición justa, según se ha incidido en el webinar. El papel de las mujeres es clave especialmente en las zonas rurales amenazadas por la despoblación.

En este marco, la presidenta de la patronal fotovoltaica, Arancha Martínez, ha destacado el compromiso “absoluto” adquirido por UNEF “con el fomento de la participación de las mujeres en el sector energético”, por eso, “vamos a organizar cursos de formación específicos para que este colectivo pueda aprovechar las oportunidades de empleo que brinda el sector de la energía fotovoltaica.”

Por su parte, Martín ha animado a las empresas a que participen activamente en la definición de las herramientas a adoptar para la transición justa, transmitiendo a través de UNEF sus propuestas de proyectos innovadores y de generación de empleo, así como las dudas que puedan tener.

PALANCA PARA SALIR DE LA CRISIS

Pese al escenario incierto que ha dejado el coronavirus a su paso, la industria fotovoltaica también maneja algunas certezas: que el impacto será importante en la economía, que la energía fotovoltaica será una palanca para salir de la crisis y que se necesitarán medidas específicas del Gobierno para apoyar la recuperación del sector. Dentro de la fotovoltaica, el peor parado será el autoconsumo.

José Donoso, director general de UNEF, también extrae sus propias conclusiones, que comentó en otro de los encuentros virtuales organizados por la Unión Española Fotovoltaica: “para las plantas en suelo esta crisis solo será un paréntesis, quizá para la fabricación de componentes también, pero donde habrá que hacer hincapié será en el sector del autoconsumo, donde el Gobierno tendrá que aplicar medidas para reducir la fiscalidad, fomentar la simplificación administrativa e incluso promover planes de comunicación” sobre las ventajas de este modelo de consumo.


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