Deutsche Bank España prevé que el empeoramiento de la capacidad de pago de sus clientes por la crisis del Covid-19 afecte «negativamente» a sus ingresos y a las pérdidas por deterioro de activos financieros del banco en 2020, especialmente en el primer semestre, pero sin influir «de forma significativa» a su solvencia y liquidez a medio y largo plazo.
«Aunque a la fecha de formulación de las cuentas anuales, no es posible realizar una estimación de los impactos presentes y futuros derivados de esta crisis sobre el grupo, existen múltiples impactos potenciales en el negocio bancario durante el año 2020 y sobre todo en el primer semestre», ha señalado la entidad en sus últimas cuentas anuales, remitidas este miércoles a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
En concreto, la filial del banco alemán prevé «un potencial empeoramiento de la solvencia y liquidez de sus clientes y, consecuentemente, de su capacidad de pago», lo que «podría afectar negativamente a los ingresos por intereses y comisiones y a las pérdidas por deterioro de activos financieros del Banco».
La entidad sostiene que su situación de liquidez y capitalización es «adecuada», lo que, junto a las medidas adoptadas por medio del Real Decreto-ley 8/2020 y por el Banco Central Europeo, le permitirán «mitigar los impactos del Covid-19 sobre las familias y empresas» y, en consecuencia, no espera que su solvencia y liquidez a medio y largo plazo se vea afectada «de forma significativa».
La división de asesoramiento (U&A) en fusiones y adquisiciones, emisiones de deuda, salidas a bolsa y ampliaciones de capital estima que el nivel de actividad para el año será «bastante inferior» al del ejercicio pasado.
«Afrontamos el ejercicio con prudencia a pesar de las transacciones ya cerradas, que aportarán una buena base de resultados al ejercicio y de los mandatos que tenemos en cartera», ha sostenido la división, que ha apuntado que 2020 comenzaba con «un volumen de actividad relevante», especialmente entre los emisores de deuda que aprovecharon las primeras semanas del año para refinanciar sus balances.
La filial presidida por Antonio Rodríguez-Pina evaluará el impacto de dichos acontecimientos sobre el patrimonio y la situación financiera y sobre los resultados de sus operaciones y los flujos de efectivo correspondientes al ejercicio el 31 de diciembre de 2020.
OPTIMISMO EN EL ‘REBOTE’
El banco prevé que el primer semestre del ejercicio sea «particularmente duro» para la economía española, si bien espera que una vez se contenga el avance del contagio y la actividad económica se estabilice, la recuperación sea «igualmente rápida.
«La historia económica nos dice que las recesiones derivadas de un ‘shock’ exógeno como las guerras, crisis del petróleo o epidemias tienen un alto coste, pero la actividad rebota con fuerza posteriormente. Este caso sin duda será el mismo», ha pronosticado el banco.