sábado, 1 junio 2024

“Guardianes del agua”: trabajadores invisibles de un servicio esencial frente al coronavirus

Si imaginásemos un ranking de todos los servicios públicos por importancia para la vida diaria, el del ciclo urbano del agua estaría en el primer lugar. Disponer de agua del grifo de garantías en cualquier circunstancia y estar seguros de su correcta devolución al medio natural es un “lujo imprescindible”. Un lujo porque en muchos lugares del Mundo no disponen de todos estos servicios con calidad o continuidad. Esta realidad se vuelve aún más palpable cuando el Planeta al completo está convulsionado por los efectos del coronavirus.

La crisis sanitaria desatada presenta unas dimensiones tan tremendas que la vida diaria de las personas se ha visto seriamente afectada. Todo nuestro entorno ha cambiado: nuestra vida familiar, la forma de trabajar, nuestras rutinas e incluso el tiempo de ocio… ¿Todo? Todo no. Afortunadamente existen actividades que permanecen inalterables frente al covid-19. Entre ellas se encuentran nuestros servicios de agua urbana, que siguen prestando como si nada estuviera pasando. Paradójicamente el del agua es también uno de los servicios públicos con menor visibilidad entre la sociedad.

Nuestro país cuenta con algunas de las importantes empresas operadoras, consideradas entre las líderes mundiales del sector. Se trata de compañías tecnológicamente muy avanzadas, que llevan años invirtiendo en I+D+i y que aportan soluciones eficientes y responsables para la gestión del agua. Sin duda todo este conocimiento y experiencia está siendo aplicado para hacer frente a las consecuencias de la crisis y en pro del interés común de toda la sociedad.

El 20 de marzo el Gobierno de España reconoció, a través de la Orden SND/274/2020, la consideración de “operadores de servicios esenciales” a las empresas que intervienen en la gestión del agua urbana. La Orden no vino sino a reforzar la determinación, ya tomada previamente por la mayoría de los operadores, de adoptar medidas para asegurar la prestación de estos servicios a toda la sociedad.

Por su parte, Aqualia puso en marcha un plan de contingencia el 13 de marzo. Los objetivos prioritarios eran limitar y minimizar el impacto generado por la crisis del coronavirus en su actividad, garantizar la continuidad de los serviciosy proteger tanto a sus empleados como a los usuarios.

El Plan, que se va actualizando a medida que las circunstancias lo requieren, incluye medidas higiénico-sanitarias, operativas, laborales, de atención a los usuarios y también sociales. Estas últimas tienen como objetivo asegurar los servicios del ciclo integral del agua a todos los ciudadanos, especialmente a los más vulnerables. No es una novedad, puesto que en la práctica totalidad de los municipios españoles existían ya, antes de la crisis, mecanismos de acción social que cubren, parcial o totalmente, el coste de los recibos de agua de aquellos colectivos que no pueden pagar la factura.

Los inconvenientes motivados por el cierre temporal de las oficinas comerciales, a las que a diario acuden miles de clientes de la compañía, se han paliado gracias al refuerzo de los canales telemáticos de la compañía, bajo la denominación “Aqualia Contact” a disposición de la ciudadanía: centro de atención al cliente, aplicación móvil (Aqualia Contact), página web (Aqualia.com), oficina virtual y presencia en redes sociales.

Pero si hay una clave que explica el éxito en la gestión de los servicios de agua urbana durante estas últimas semanas ésta es nuestros equipos de trabajo. Un colectivo que en España agrupa a más de 40.000 hombres y mujeres con una alta especialización y, por encima de todo, con una vocación de servicio inquebrantable. Se trata de nuestros “guardianes del agua”, profesionales altamente comprometidos que desarrollan su trabajo de un modo invisible, sin atraer la atención de los focos y con un único objetivo: aliviar la crisis sanitaria brindándole a la ciudadanía la continuidad de los servicios de agua. A ellos les debemos ese vaso de agua del grifo cuando más aprieta la sed, la reconfortante ducha al final de la jornada, o la posibilidad de pasarun rato de nuestro tiempo libre frente a los fogones paraenfrentarnos a una receta nueva. Todo eso es lo que nuestros compañeros nos están facilitando a diario.¡Gracias!


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