Accidentes domésticos: cuáles son y cómo evitarlos

Con la declaración del estado de alarma, hace ya más de un mes, los ciudadanos están pasando más tiempo que nunca en sus casas. Tanto adultos, como los más pequeños de la casa, conviven en espacios acotados… y no exentos de peligros.

Quemaduras, cortes, caídas, intoxicaciones, o ahogos son algunos de los que, con más frecuencia, se suelen dar en el hogar. Por eso, una buena labor de prevención es esencial para evitar males mayores. Aunque la principal respuesta debe venir por parte de cada uno, la tecnología pone a disposición de las familias una ayuda extra que nos puede ahorrar un quebradero de cabeza.

La tecnología pone a disposición de las familias una ayuda extra que nos puede ahorrar un quebradero de cabeza

Existen en el mercado diferentes dispositivos o servicios que pueden ayudarte, acompañarte, transmitirte tranquilidad y avisar a los servicios de emergencia en caso de que sea necesario. Es el caso de Sentinel, de Securitas Direct, un buen aliado en el caso de que surja alguna emergencia. Su botón SOS contacta directamente con los especialistas de la compañía de alarmas y estos, a su vez, se pondrán en contacto con la policía, con una ambulancia, o con los bomberos, si fuera necesario. Otra de sus funciones es la supervisión de los niveles de humedad relativa del aire en el entorno, o la calidad del aire, ideal para saber la importancia de ventilar, especialmente ahora que pasamos tanto tiempo en el hogar. Cuando se sobrepasa alguno de los parámetros, se  genera una alerta para poner solución.

LA COCINA

La cocina, el baño, el resto de casa y el jardín. Este es el orden de aquellos lugares dentro de nuestro hogar en los que el peligro está presente. Empezando por la cocina, las quemaduras es una de las situaciones más frecuentes. Tocar el fuego que esté encendido en la vitrocerámica, coger algo del horno sin proteger las manos adecuadamente, cocinar alimentos sin tener puesta la tapadera… son situaciones que pueden llevar a un accidente.

Algunas de estas situaciones vienen provocadas por las prisas. Y los niños no son ajenos a las mismas. Por eso, sobre todo cuando son más pequeños, conviene estar muy atentos con ellos. Incluso, evitar que pisen la cocina. Y, a medida que van creciendo, explicarles cuáles son los peligros y cómo evitarlos. Ahora que todos nos hemos vueltos expertos culinarios, uno de los pasatiempos con más éxito en este confinamiento, hay que tener especial cuidado.

En la cocina, y en otros lugares de la casa, conviene no cargar las regletas de enchufes. Pueden provocar incendios. Y utilizar guantes para coger los utensilios calientes es otra buena medida. Para evitar cortes (en la cocina no faltan los instrumentos con los que hacerlos como cuchillos o tijeras) conviene depositarlos en un sitio específico. Una vez utilizados, devolverlos a su sitio. Un cuchillo perdido puede dar lugar a que, de manera involuntaria, acabe cayendo al suelo y pinchando el pie. Un sitio para cada cosa es un buen lema para evitar accidentes.

¿Más peligros en la cocina? Vasos y platos rotos. Hay que deshacerse de ellos al más mínimo indicio. Y no utilizar los cuchillos para llevar a cabo trabajos que no sean específicos de la cocina. Usarlos para quitar un tornillo puede ser el principio de un corte. Volviendo a los niños, cuanto más lejos, mejor. Si, por desgracia, se produce el accidente, si el corte es leve, presionar con una gasa o un trapo la herida. Si en más profundo, acudir al centro de salud.

INTOXICACIONES Y AHOGOS

“No pises, está fregado”. ¿Cuántas veces se escucha esta frase en una casa? Una advertencia que, en principio, tiene como finalidad no volver a pasar la fregona. Pero, también, la de evitar posibles caídas. Un suelo húmedo puede significar que alguien se resbale. Y caídas tontas han dado lugar a fracturas importantes, en un codo, por ejemplo.

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El suelo debe estar limpio. Correcto. Pero también hay que evitar colocar objetos que puedan causarnos un posible daño. Un juguete no recogido puede dar lugar a una lesión no deseada. Y una alfombra mal colocada puede ser el anticipo de un tropezón. Y si hay que colocar algo, mejor una escalera que una silla. Así se evita una posible caída. Un hecho que también se evitaría si, en el baño, se colocan alfombrillas antideslizantes.

Hablando del baño, hay que vigilar a los más pequeños cuando están en este espacio de la casa. El riesgo de ahogo está ahí. Y no sólo en la bañera. También con los objetos que pueden utilizar a la hora de jugar en el agua. Sin olvidar los productos de limpieza que pueden causarles una intoxicación. Éstos hay que guardarlos fuera de su alcance.