El cese de actividad no ha supuesto para Paradores de España un cese de utilidad al servicio de la sociedad. De hecho, antes de echar el cierre a causa del estado de alarma, la cadena pública hizo acopio de todo el material con el que habitualmente agasaja a sus clientes, para donarlo al hospital de campaña de Ifema para uso de pacientes y personal sanitario. Jabones, champú, gel, set dental, set de afeitado, esponjas, crema hidrante o peines: hasta 300.000 productos de higiene personal se han destinado a la lucha contra el covid-19.
La contribución de Paradores no se ha limitado a los productos de higiene personal. La cadena pública también está donando a hospitales y centros de salud de toda España los materiales que tenía en sus establecimientos y que pueden ser utilizados para atención médica, como más de 137.000 guantes de nitrilo y varios centenares de batas y mascarillas.
Asimismo, la hotelera se ha encargado de hacer llegar más de 10 toneladas de alimentos del excedente de comida por el cierre de sus establecimientos a entidades sociales locales que ayudan a los colectivos más vulnerables. De forma que se presta una atención especial a los más afectados por esta situación excepcional, al tiempo que se gestiona de forma responsable los productos perecederos evitando así el desperdicio alimentario. Entre los beneficiarios están organizaciones como Cáritas, Cruz Roja o Bancos de Alimentos, así como residencias de ancianos y comedores sociales.
En este sentido, la donación de alimentos se enmarca en la línea de Paradores como empresa muy comprometida en la lucha contra el desperdicio alimentario y contra el desecho de comida en perfecto estado. La hotelera pública ha repartido, en diferentes localidades españolas, 1.550 docenas de huevos, más de 2,6 toneladas de naranjas de zumo, 2.000 kilos de otras frutas, 1.300 kilos de verduras o más de 800 kilos de patatas, además de casi 4.000 productos lácteos.
Los Paradores que más han podido aportar a esta causa son Alcalá de Henares (Madrid), Corias (Asturias), Cruz de Tejeda (Las Palmas), Cádiz, La Granja (Segovia), El Hierro, El Saler (Valencia), Mojácar (Almería), Santiago de Compostela y Vielha (Valle de Arán).
Otra forma de contribuir a paliar el impacto y la incertidumbre generada por la pandemia tiene que ver con la atención a las empresas suministradoras, pese al cese de actividad. En este sentido, Paradores está cumpliendo con total normalidad con sus obligaciones de pago a proveedores y está procurando agilizar sus procesos internos de autorización para facilitar la liquidez a sus acreedores.
En coherencia con la declaración del estado de alarma decretado por el Gobierno de España, desde el pasado, 15 de marzo, los Paradores permanecen cerrados, con excepciones puntuales en aquellos donde quedan clientes alojados con dificultades para volver a sus lugares de origen.
La compañía pública manifiesta su confianza en que esta grave situación se resuelva lo antes posible para «volver a recibir clientes con la misma ilusión y entrega de siempre».