Las grandes promotoras plantan cara al Covid-19 y descartan ERTES

Los gigantes del ladrillo, tanto los ligados al alquiler residencial como a la promoción de vivienda, han renunciado a aplicar ajustes de plantilla por la crisis del coronavirus. Plantan cara así a los últimos datos internacionales que alertan de que la tasa del paro alcanzaría el 20%.

El aviso por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI), ha provocado que las grandes inmobiliarias del país hayan salido en masa a defender la estabilidad de sus empleados, e insisten en que no van a acogerse a un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE).

Blackstone, el mayor casero de España, con 50.000 viviendas de su propiedad, ha anunciado que sigue en pie con su compromiso de mantener el empleo en sus tres grandes sociedades inmobiliarias, AnticipaAliseda Testa Home (que incluye a Fidere), y que juntas suman más de 1.000 puestos de trabajo.

Por otro lado, dos grandes socimis que se dedican al mercado del alquiler residencial, Lazora y Vivenio, también han tomado la decisión de renunciar a aplicar ningún tipo de ERTE derivado de la crisis sanitaria.

Sin embargo, el Estado de alarma y el frenazo económico no ha afectado a todas las compañías por igual. De este modo, la hibernación económica de dos semanas en el sector de la construcción ha lastrado las cuentas de algunas inmobiliarias.

Es el caso de Servihabitat, propiedad de Lone Star, que está negociando un ERTE para los 800 trabajadores que tiene en plantilla. Y otro claro ejemplo es Solvia, perteneciente a Intrum desde el pasado verano, también ha iniciado conversaciones con los representantes de los trabajadores para acogerse a las medidas excepcionales previstas por el Gobierno.