A estas alturas de la película, con los grandes países colapsados, parece indudable de que China volvió a mentir a todo el mundo. Una corazonada que a medida que siguen apareciendo datos, y pruebas, parece mas plausible. Y, que para aquellos que sigan los vaivenes económicos del país, seguramente no sorprenderá. La última prueba en sumarse a la lista es un estudio realizado por The Economist sobre fuertes picos injustificados y decisiones políticas a posteriori.
El primer elemento en el que se centra el estudio es en la volatilidad de los datos que ofrece el gigante asiático. «En las nueve provincias chinas con brotes graves, identificamos 15 episodios en los que los nuevos casos de covid-19 aumentaron en más del 20%», explica el medio. Un comportamiento muy anómalo por dos razones: por un lado, porque estadísticamente es improbable este tipo de grandes saltos una vez la población estudiada, el número de infectados o de test realizados, es consistentemente alto. Por otro, porque no se aprecia ninguna similitud con lo sucedido en cualquier otra región afectada por coronavirus. The Economist señala que en su estudio otros países y regiones de un tamaño similar «han experimentado menos».
El segundo elemento perturbador que encuentra el informe, es que a cada cresta de brotes injustificado le sigue una decisión política de calado. Por lo general, dictámenes directos de las altas instancias del gobierno chino para reemplazar a los funcionarios o jefes regionales de dichas zonas afectadas. Así, en más de una decena de los 15 saltos de infectados por coronavirus que ha detectado el estudio se da dicha secuencia. Por lo que la sincronización de los acontecimientos políticos y los picos poco inusuales abren, de nuevo, la puerta a poner en dudas la precisión de los datos aportados por China.
EN WUHAN EL BROTE AUMENTÓ EN UN DÍA UN 742%
Uno de los casos más excepcionales de los que se tiene registro sucedió en la provincia de Tome Hubei, donde se encuentra la ciudad de Wuhan, en el epicentro del contagio. Entre los días 9 y 11 de febrero, la región informó de aumentos en torno al 24%. Así, el día 9 fue del 27%, el 10 del 20% y al día siguiente ascendió al 22%. Pero, lo más ‘curioso’ estaría por llegar y, es que, el día 12 el número de casos se disparó un 742%, hasta alcanzar casi los 14.000. Una tendencia que se desplomó, incluso por debajo de las cifras anteriores, en los siguientes días.
Curiosamente, si alguien cree en ellas (y más en China), ese mismo día 12 de febrero el gobierno del país se deshizo de los líderes comunistas del partido en la propia provincia de Hubei. Las autoridades explicaron que el aumento fue causado por las revisiones que estaban ejecutando en la metodología para incorporar nuevos datos. Pero, desde The Economist se recalca que «estos cambios se introdujeron casi una semana antes y se revirtieron siete días después del pico».
El caso del famoso hospital con 1.000 camas creado en la provincia de Zhejiang, en apenas un día también tiene su historia. El 27 de enero, los funcionarios de la región explicaron ante la prensa la apertura de dicho centro junto a otras 335 clínicas con la intención de dar cabida a los pacientes. Curiosamente, de nuevo, al día siguiente el número de casos se triplicaron respecto a días anteriores. En Shandong, el mismo día que las autoridades chinas despedían al jefe de departamento de justicia de la provincia se anunció que los nuevos casos habían sido de 200, un día antes la cifra había sido de dos. Al día siguiente, una vez eliminado, las cifras publicadas de contagios fue de nuevo de dos.
EL NÚMERO DE MUERTOS, ¿100 VECES MAYOR?
Las extrañas coincidencias en los saltos en el número de infectados descritos anteriormente, no es el único punto que hace dudar a la comunidad internacional. Ni mucho menos. Otro de ellos, es el escaso número de muertes. Así, el número de fallecidos en todo China se asemeja a la cifra que tiene, por ejemplo, Cataluña. Una barbaridad estadística, más que improbable, dado que el gigante asiático fue el epicentro y que su población es como poco 150 veces mayor.
Más allá de la imposibilidad de los datos, también existen evidencias de que el número de fallecidos es mucho mayor. Por ejemplo, un artículo publicado por Radio Free Asia, un medio que cuestiona las versiones del gigante asiático, detallaba que cada una de las siete principales funerarias de Wuhan estuvo entregando unas 500 urnas por día. Lo que lleva al medio a calcular que el total de urnas entregadas ascendería a 42.000, frente a las 2.500 registradas oficialmente.
En definitiva, las pruebas cada vez son más concluyen ya no solo de la manipulación de las cifras por parte del Gobierno chino de cara a la comunidad internacional. Sino también, entre los propios gobernadores comunistas del país a modo de excusa con motivos políticos. Una nueva muestra de lo bien que funciona el comunismo, en especial, para los que mandan.