domingo, 15 diciembre 2024

6 claves para entender la caída del alquiler de locales comerciales en Madrid durante la crisis del Coronavirus

Tras el estallido de la crisis sanitaria del coronavirus, la actividad inmobiliaria se ha visto paralizada tanto en pequeñas como grandes ciudades españolas. La caída de precios de los locales comerciales en Madrid es un reflejo de la crisis a la que se enfrenta actualmente esta industria.

Hasta principios del 2020, el sector inmobiliario experimentaba un crecimiento sólido y estable por tercer año consecutivo. Dejaba atrás el crecimiento desmesurado del periodo de recuperación económica. Sin embargo, el pasado 14 de marzo, el presidente del gobierno declaró el estado de alarma como medida excepcional para la contención del coronavirus, se anunció el confinamiento de los españoles y se decretó el cierre de comercios y restaurantes. Esta suspensión de actividad ha puesto en jaque la economía del país y con ello el mercado inmobiliario está siendo uno de los más castigados.

Cada segmento de la industria inmobiliaria está teniendo un comportamiento distinto ante esta crisis. El alquiler de locales está siendo uno de los más perjudicado. En el caso del alquiler de locales en centros comerciales, es común que se pacte un alquiler de renta variable, que se calcula sobre los ingresos. Por eso, el cierre de los comercios ha provocado que las ventas hayan caído y, en consecuencia, el precio del alquiler.

Los precios varían en función de la zona. Pero ¿a qué se debe esta bajada significativa del precio en el alquiler de locales comerciales? Diferentes factores relacionados entre sí, han puesto entre la espada y la pared a este mercado:

  • Cierre de comercios. Con el cese de la actividad, que se ha alargado en el tiempo, gran parte de empresarios se han visto en la necesidad de presentar Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTEs) a sus empleados debido a la falta de ingresos. Aun así, muchos son incapaces de asumir los gastos de personal y de la renta mensual del local. Por este motivo, la mayor parte de estos negocios se ven forzados al cierre definitivo y en consecuencia a desocupar el local. Con esta crisis comercial y la clausura de locales a nivel nacional, muchas empresas solo pueden afrontar el pago de un alquiler más barato, por lo que, a su vez, los propietarios se ven forzados a bajarlo.
  • Mayor oferta de locales. Como consecuencia del cierre de comercios muchos locales quedaran vacíos. Esto no solo afecta a los inquilinos, sino a los propietarios de los locales que cuentan con esa renta como principal ingreso mensual. Aquí entra en juego la ley de la oferta y la demanda. Al crecer el número de locales comerciales disponibles, muchos propietarios se verán en la necesidad de bajar el precio para garantizar su alquiler.
  • Menor interés. Pese a que en muchos portales digitales se siguen publicando ofertas de locales para alquilar, muy pocas personas se interesan en ellos. Una de las razones es que a la hora de alquilar, además de ver fotografías, los potenciales arrendatarios suelen requerir verlo en persona antes de tomar una decisión. Ante la imposibilidad de hacerlo, muchas personas han preferido aplazar la búsqueda de un local. Además, los problemas de salud y económicos que está suponiendo el coronavirus, sitúan la necesidad de alquilar un local en un segundo plano.
  • Formalización de contratos en pausa. El confinamiento también conseguido paralizar la formalización de muchos contratos de alquiler de locales que estaban previstos. Además, muchos de estos contratos que se iban a realizar se caerán. Y en el caso de los arrendatarios cuyo contrato cuenta con la opción de prorrogarlo, contemplaran la posibilidad de negociar el pago de las mensualidades tendiendo en cuenta el futuro incierto del mercado.
  • Crisis en otros sectores. La pandemia ha dejado en casa tanto a trabajadores como consumidores. Esta crisis ha producido un efecto dominó sobre la economía a todos los niveles. La incertidumbre y el miedo que esto provoca, reprimirá las ganas de muchos a la hora de emprender o expandir sus negocios, que a su vez, ralentizará la demanda y por ende incrementará la oferta.
  • Arrendamiento con renta variable. En el caso de los locales que tengan establecido un alquiler con renta variable en función de los ingresos del arrendatario, el precio del local se verá afectado a la baja debido al cese de actividad. Esta caída de precio se puede extender en el tiempo por culpa de la crisis.

El futuro del sector inmobiliario se presenta incierto. Aún no se sabe el impacto que puede causar la crisis del Covid-19 en este negocio, y aunque la evolución del precio del alquiler es una incógnita debido esta situación excepcional, se espera la reactivación progresiva del mercado una vez se levante la cuarentena. Además, los profesionales de esta industria prevén que, aunque la caída haya sido mayor, la recuperación del sector sea más rápida que la de la crisis del 2008.


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