Nadie se ha librado de los efectos del coronavirus. El Estado de alarma decretado por el Gobierno para reducir el impacto del covid-19 ha trastocado de alguna forma la vida de todo el mundo. Los estragos, tanto económicos como de salud son evidentes: solo en España han fallecido más de 16.000 personas. La televisión ha sufrido parte de estas consecuencias con programas míticos que han tenido que echar el cierre. Hasta los ‘aislados’ concursantes de OT 2020 tuvieron que marcharse a casa.
Parecía una medida drástica que nunca iba a llegar. Pero el riesgo al contagio de profesores a alumnos y la imposibilidad de llevar a cabo galas sin ningún atractivo ni público obligó a tomar la decisión de paralizar, de forma momentánea el talent musical. Desde entonces todo ha cambiado mucho. Hasta el futuro ganador.
1UN APRENDIZAJE
DETENIDO

Más allá de seguidores, cámaras y un boom mediático, OT 2020 es puro aprendizaje. Es lo que diferencia las 24 horas de un reality de Mediaset del espacio de TVE. Puede haber polémicas o no, pero los concursantes están para aprender. Técnica vocal, interpretación, cultura musical, baile… Esta es la principal pérdida de aquellos que caminaban lanzados hacia la final. Ahora su progresión se ha visto frenada y quién sabe si la retomarán, ya que el regreso del programa podría tener un desenlace fugaz y distinto a lo que en un principio tenía en mente Gestmusic. Y que podría tener un ganador diferente al esperado.