Todos recordamos la obra maestra de Coppola. En ella la gastronomía aparece constantemente. Tiene una escena, que me viene a la cabeza y retrata muy bien la situación social actual. Se produce durante el acuartelamiento que sufren los sicarios de Sonny Corleone en Brooklyn. El lugarteniente de su padre, Peter Clemenza cocina para ellos, una inmensa fuente de espaguetis con desorbitadas albóndigas de tomate y carne, que se asemejan a pelotas de tenis.
Durante el Coronavirus, a la gente le ha entrado el pánico. Dicen los expertos que este surge cuando ese miedo se colectiviza y actúa sin razón. Freud, aseguraba “que el sentimiento de pánico surge cuando una multitud comienza a disgregarse y las órdenes emanadas desde arriba dejan de ser obedecidas, cuidándose cada individuo solamente de sí mismo y restando atención a los demás”.
En España es este el caso, muchas personas se apresuran a adquirir más productos básicos de los que necesitan, dejando al resto sin nada, como ocurre en diversos supermercados de Madrid.
Desde que empezó todo este triste asunto y como supongo todos los españoles, bajo a comprar cada vez que tengo verdadera necesidad, y me encuentro los supermercados devastados y con falta de muchos productos… ¿Por qué?
Esta situación me recuerda mucho al pueblo huno y su gran rey Atila. De ellos se sabe que eran nómadas, cada vez que asediaban un lugar, un grupo de ellos se asentaban en el mismo. Debido a su condición de tribu nómada, los hunos dependían en extremo de sus caballos, en este caso nuestro corcel son los carritos de la compra, sin él se sentían vulnerables.
Eran muy diestros en el arte de la guerra. Su táctica eran los ataques sorpresa, de forma que a los pueblos invadidos no les daba tiempo a reaccionar.
Es más, cuando algún pueblo conocía la próxima llegada de los bárbaros, no esperaban para hacerles frente, huían sin más, provocando durante la época de sus invasiones numerosas migraciones de pueblos aterrados por encontrarse con tales demonios.
Exactamente igual que en nuestros supermercados, hasta los empleados de los mismos van con miedo, nuestros compradores buscan rápidamente los productos que quieren (les hagan falta o no) y mucha gente no se atreve a bajar a comprar a las horas punta por miedo a encontrárselos.
Otro detalle es la cantidad de productos que se compran a diario para volver al día siguiente de nuevo a comprar. Con las fiestas de Semana Santa mi panadero (que abre todos los días) me comento que el miércoles previo a los días claves de la Semana Santa le arrasaron la panadería. Pero ¿Por qué? ¿se pensaban ir de vacaciones?
A veces tengo la sensación que me estoy perdiendo algo. Yo vivo en Madrid y es como si hubiera una ciudad subterránea donde se estuviera abasteciendo a miles de personas escondidas.
Nos han dicho nuestras autoridades que no tenemos problemas de suministro, nuestros supermercados están todos abiertos, no entiendo la necesidad de arrasar con todo.
Muchas personas están bajando todos los días a comprar y se llevan los carros llenos inclusive los días de fiesta.
En Twitter había madrileños que como en aquel 2 de mayo de 1808 frente a los franceses se levantaban ante este invasor:” Dejar de arrasar con el papel higiénico, solo nos queda un rollo y no encontramos en ningún supermercado». E incluso una madre suplicaba: «Por favor, como madre de una niña de cuatro años os ruego que no arraséis con los alimentos de primera necesidad en los supermercados, como pueden ser el ketchup, la Nutella, los Donuts o los San Jacobos». Que escándalo.
Yo en cualquier caso como orientación, seguiría el manual que se aplica para las rebajas.
A saber:
A-No te salgas de tu lista
Solo lo necesario y hacerlo refuerza nuestra autoestima y nos sentiremos mejores con nosotros mismos sabiendo que hemos cumplido nuestro deber y no hemos malgastado el dinero.
B-La tarjeta de crédito…mejor en casa
Para evitar pasarse con las compras, mejor llevar el dinero que queramos gastarnos en efectivo
C-Evita aglomeraciones
Los humanos somos seres sociales y nos gusta estar donde hay gente. De hecho, según la teoría de las masas, siempre actuamos según dicta la mayoría. Por ello, cuando salimos entramos casi siempre a las tiendas más concurridas.
D-Mejor solo…que mal acompañado
Es obligatorio por el estado de alarma ir solo, que yo he visto parejas que salen juntas y se creen que no nos damos cuenta.
E-Comprueba precios
Porque en determinados sitios han subido. En rebajas hacemos siempre un ejercicio previo, que es mirar días antes de que comiencen los precios de los productos que quieres.
Por último, y no menos importante, si vas a comprar online, tienes que tener mucha más precaución si cabe. En la web se compra mucho más por impulso.
Pero hagáis lo que hagáis, no dejéis todo arrasado por favor, no es necesario.
