Vuelven las trampas a las revolving: las familias están desesperadas

Las consecuencias económicas de la crisis sanitaria que atraviesa España, ya están aquí. Muchos españoles han perdido el empleo, están en el paro temporalmente o han sufrido una fuerte caída de sus ingresos. Y de nuevo, las entidades financieras ven la oportunidad de hacer negocio.

Aquellos que necesitan una salida inmediata con la que hacer frente a los pagos siguen recurriendo a créditos al consumo rápidos y tarjetas revolving, a pesar del elevado interés que tienen. Pero a diferencia de hace un mes, ya se sabe cuál es el interés máximo que deben cobrarte por estas tarjetas.

El pasado 4 de marzo, una sentencia del Tribunal Supremo lo estableció en el 20%, de lo contrario sería usura y si se supera, el contrato debe ser anulado. Pero aunque esté en el 19% y sea legal, sigue siendo muy alto.

Es importante que ante una situación de falta de ingresos económicos, las familias estudien todos los tipos de financiación, ya que las condiciones de estos créditos “pueden condenar al consumidor a pagar intereses desproporcionados durante los próximos años”, advierten desde Reclamapormi.

ACUERDO CON TRAMPA

Hay más, desde que saliera la sentencia, los bancos y entidades tratan de negociar con sus clientes para que no les denuncien. Pero estos “acuerdos” a los que quieren llegar solo implican una rebaja de la deuda o reducir el tipo de interés. Y muchas familias, dadas las circunstancias están aceptando.

Al recibir esta mejora de condiciones, los usuarios pueden pensar que ya no tienen derecho a reclamar, pero no es así. El objetivo que se esconde detrás de esta estrategia es conseguir que el afectado no acuda a la vía judicial con posibilidades de éxito.

Desde la plataforma insisten en que es el mejor momento para reclamar y denunciar la devolución de lo pagado de más desde la fecha del contrato hasta ahora. Entre las propuestas ya planteadas están la de rebajar el tipo de interés por debajo del 20% o, directamente reducir un 50% la deuda.

Pero hay que tener en cuenta que “el banco siempre gana” y si decide llegar a un acuerdo con el afectado es “porque seguramente haya pagado el capital dispuesto”, aclaran desde el bufete de abogados.

EL MOMENTO PERFECTO: HAY TIEMPO

La situación de falta de actividad en la que viven millones de españoles a causa de la crisis del COVID-19 hace que sea “el momento perfecto” para iniciar una reclamación contra los intereses usurarios y la falta de transparencia de las tarjetas revolving.

Un producto financiero del que hay miles de personas afectadas (más de 2 millones de personas según el portal financiero Misolvencia.es). Los afectados deberían de aprovechar este tiempo “muerto” para iniciar su reclamación contras las entidades financieras que le comercializaron dicho producto.

Es el momento idóneo para dar el primer paso de un camino que puede durar varios meses, ya que todos los procesos previos a la vía judicial se pueden realizar sin ningún problema. Además, los despachos de abogados online continúan operativos.

¿QUÉ SE NECESITA?

Para iniciar el proceso de reclamación de una tarjeta revolving, cualquier persona afectada tan solo necesita reunir el contrato de la tarjeta y los extractos del banco que se pueden encontrar en el área cliente de la entidad.

De esta forma, se pueden estudiar con detalle las condiciones aplicadas durante la vida del crédito. Después, los despachos de abogados se encargan de recopilar toda la información del crédito a través de una reclamación extrajudicial y calcular las cantidades que el consumidor podría recuperar.

Por entidades, el 60% de contratos corresponden a tarjetas revolving comercializadas por WiZink. Le siguen, aunque con mucha menos proporción, Bankintercard, Cofidis o La Caixa.