UGT ha mostrado su «absoluto rechazo» a la decisión del Gobierno de reactivar las portabilidades que no requieran desplazamientos físicos ni de los clientes ni de los profesionales que trabajen para las operadoras de telecomunicaciones y lo considera una «frivolidad» en un contexto de alerta sanitaria como la generada por el coronavirus.
En un comunicado, el sindicato considera que esta medida no ha tenido en cuenta toda la casuística que presenta el sector de las telecomunicaciones, donde unos 15 millones de clientes tienen contratados paquetes convergentes de fijo, móvil e incluso televisión, lo que supone gran parte de los usuarios del país.
En su opinión, abrir la portabilidad de un único segmento, el móvil, «altera la dinámica competitiva sectorial de forma artificial», beneficiando una vez más a las operadoras virtuales, que no suelen dar servicios convergentes, frente a aquellas compañías «que en estos momentos tan difíciles están garantizando lo que el propio Gobierno ha considerado un servicio esencial».
Además, señala que en caso de cambio de operadora, alguien tendrá que llevar la SIM a casa del cliente, lo que incrementa de nuevo el número de personas en la calle «por algo tan superfluo». Además, se pregunta quién se va hacer responsable si la portabilidad falla y deja a una persona incomunicada en el caso de que sea una persona mayor o aislada.
En esta línea, también advierte de que esta ocurrencia puede llevar a confundir a la ciudadanía sobre qué puede o no portar, «caldo de cultivo perfecto para fraudes, malos entendidos y, en muchos casos, desconexión parcial o total».
En su opinión, mantener las reglas del mercado conllevaría la apertura simultánea de las portabilidades fijas, «algo totalmente inviable en la actual situación», ya que supondrían tener que realizar instalaciones en los domicilios de los clientes, «lo que conllevaría volver a desplazar a los técnicos exponiéndolos a riesgos de contagio y propagación de esta pandemia».
Para UGT, en la actual situación, debe primar la salud de las personas por encima de todo, no sometiéndose, en ningún caso, a intereses económicos, regulatorios o competitivos», incide el sindicato, que incide en que, de aprobarse esta medida, el Gobierno dará la espalda a los trabajadores del sector en un momento como el actual en el que hace un «esfuerzo considerable» para soportar incrementos de tráfico únicos en la historia.