Las pymes afrontan un aluvión de concursos de acreedores

Las medidas del Gobierno como consecuencia de la crisis sanitaria provocada por el coronavirus han aumentado las dudas de los empresarios por el futuro de sus negocios. Gran parte de las críticas se centran en la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, cuyo dogmatisto preocupa al entramado empresarial.

En este escenario, los ERTES se han disparado (casi 300.000 hasta este lunes) sobre todo en las grandes empresas, pero las pymes siguen preguntándose cuál es la mejor solución ante las dificultades financieras que se avecinan. Y la respuesta es aún peor. Según el socio de ABCGC Abogados, Alejandro Rey, en los últimos días la consulta de las pymes al despacho sobre los concursos de acreedores se han acelerado. Esta situación supone la antesala del mazazo económico que se avecina.

Se va a llegar al concurso en muchos casos “en redes sociales ya se haba de esto” y las empresas están inquietas desde el viernes, cuando se hicieron las últimas modificaciones. El presidente de ATA dice que se van a quedar por el camino muchos autónomos y el concurso puede ser una tabla de salvación si se hace bien y a tiempo.

En su opinión los ERTES implican una “solución a corto plazo” y en muchos casos actúa “como un parche”. Pero las consecuencias de la crisis sanitaria deben analizarse conforme a un mayor plazo de tiempo, por ello entiende que muchos acabaran convirtiéndose en ERES y ello, muy probablemente, irá de la mano de concursos de acreedores.

NADA VOLVERÁ A SER IGUAL

El abogado señala que “cuando se levante el telón, nada volverá a ser igual”. La crisis de 2008 “se va a quedar corta” (ese año los concursos de acreedores se triplicaron en España) y aunque no va a haber concursos de empresas con deudas muy relevantes, si serán pequeñas y habrá muchos.

El sector hotelero “saldrá tocado, pero sobrevivirá”. Sin embargo, la pyme no. Por ejemplo, en el caso de los negocios con 2-3 empleados que haya hecho un ERTE, los créditos obtenidos en muchos supuestos irán destinados a pagar obligaciones anteriores y puede que finalmente se vea abocado a un estado de insolvencia.

¿Qué sentido tiene seguir trabajando para acabar liquidando? Muchos piensan que cuando una empresa va mal se cierra y no pasa nada, pero no es así. Hay que liquidar de una forma ordenada y ante un balance de liquidación de deudas con terceros, “se antoja complicada”.

Por otra parte, otros tantos creen que han prohibido los despidos y no exactamente así. Lo que ha ocurrido es que “se ha hecho más caro despedir”. Y esto se suma a que el Estado está obligando a los autónomos a seguir pagando IVA u otros impuestos como la cuota a la Seguridad Social o el IRPF a Hacienda.

“Y por supuesto, seguir manteniendo nóminas”. Por ello ya hay muchas que están en estado de insolvencia y prevén que no van a poder hacer frente a sus obligaciones. Sin embargo, con la ayuda de un concurso, puede seguir adelante con la empresa.

POSIBLES ESCENARIOS

Los economistas dan por perdido 2020, se van a perder muchas empresas porque la actividad económica está totalmente paralizada. Algunos van a encontrar solución mediante un acuerdo refinanciación como alternativa al procedimiento concursal, otros encontrarán el concurso de acreedores como medida de viabilidad para su negocio.

Incluso el acuerdo extrajudicial de pagos o en el otro extremo, algunos deberán de acudir al denominado “concurso express” por carecer de la más mínima masa activa con la que atender los gastos del concurso. En ningún caso, y esto es importante, “bajar el cierre, sin más», comenta Rey.

Es cierto que en materia concursal se esperan modificaciones en la Ley, pero a fecha de hoy la legislación concursal ya ofrece diferentes alternativas que dotan de viabilidad a las empresas y de tranquilidad al empresario, para que haga las cosas correctamente tras obtener asesoramiento profesional.

Sin olvidar, “y esto es importante”, que a fecha de hoy y durante el estado de alarma, cualquier posibilidad de presentar un concurso está paralizada. Antes de tomar cualquier medida, en caso de duda en materia de insolvencia, se debe consultar a un experto.