‘Big tech’ y gobiernos preparan una masiva expropiación de datos personales

Los gobiernos de todo el mundo se conjuran para instaurar un ‘Gran Hermano’ real con la vida de las personas. Bajo el pretexto del coronavirus, siempre con el lema de que es por nuestro bien, se están preparando distintos sistemas informáticos para incautar todos los datos posibles procedentes de todos los teléfonos inteligentes de cada región. El país que, por el momento, está más cerca de lograrlo es Estados Unidos que trabaja en estos momentos con los gigantes tecnológicos, según ha podido saber MERCA2. En España, un despliegue de esas características tendrá que esperar, aunque ya se está trabajando en desarrollar apartados más específicos.

Una vez se dé el paso, los datos se utilizarán, por ejemplo, para “rastrear la posición de cada uno y conocer si se respeta el confinamiento o la distancia de seguridad”, explican a MERCA2 fuentes familiarizadas. Una versión moderna, casi mejorada, de unas de las elucubraciones más futuristas de George Orwell con su 1984. Ahora, se hará realidad y los primeros en sufrirlo, o disfrutarlo (por nuestra seguridad, dicen) serán los ciudadanos estadounidenses. Dado que el presidente, Donald Trump, ha acelerado los contactos con gigantes como Google, Amazon o Facebook, apuntan desde el país norteamericano.

El mazazo de la llegada del Covid-19 a Europa ha sido terrible, en especial, a España e Italia, pero se espera que en Estados Unidos sea incluso peor. La única solución para contenerlo ha demostrado ser el confinamiento de la población en sus hogares, una solución extremadamente complicada para un país tan heterogéneo (e inmenso) como EEUU. Por ello, que el Gobierno que lidera Trump junto a las grandes tecnológicas del país ya estudian una fórmula, a la espera legal, para incautar los datos móviles de todos sus ciudadanos y analizarlos con el fin de hacer más efectiva la medida.

ESPAÑA, TIENE UNA CAPACIDAD MÁS LIMITADA PARA ELLO

Todo hace presagiar que EEUU será el conejillo de indias de tal medida y que, posteriormente, lo adoptarán otros países. Es el caso de España, aunque es prácticamente imposible (dada la tecnología española) ser capaces de llegar a un escenario de seguimiento tan milimetrado como ocurrirá en norteamerica, señalan fuentes cercanas. El objetivo principal del Gobierno de España será el de captar las referencias geográficas de los ciudadanos a través de sus móviles, que genera un volumen de datos mucho más manejable.

En este sentido, este lunes la vicepresidenta tercera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, señaló que “desde el Gobierno estamos liderando y poniendo en marcha un conjunto de iniciativas que se espera estén operativas en próximos días para dar respuesta en el ámbito digital a las cuestiones que se están suscitando«. Entre ellas, la socialista ha destacado la puesta en marcha de un estudio de movilidad aplicado a la crisis del coronavirus, cuyo proyecto piloto se está llevando a cabo en Valencia.

Una medida que tiene precedentes -y no muy lejanos-. Así, el pasado mes de noviembre el Instituto Nacional de Estadística (INE) siguió los movimientos de los españoles durante cuatro días. La información obtenida les permitió conocer los desplazamientos habituales y constaba parte de una acuerdo pionero en Europa con las tres principales operadoras del continente. Aunque, aquella vez se trato de un experimento anónimo, ahora deberá darse el paso de identificar a cada ciudadano. Una situación delicada que podría confrontarse con algunos derechos esenciales.

DATOS ANÓNIMOS

Las diferencias entre EEUU y España es que en el segundo casos los datos serán agregados y anonimizados. Es decir, no se sabrá en concreto de qué persona se trata. Los operadores de telefonía que participen en los diversos proyectos que se llevarán a cabo ofrecerán datos que tracen los movimientos masivos de personas. Ese es el objetivo. De esta manera se pretende controlar, sobre todo más adelante, que no haya concrentraciones que provoquen riesgos de contagio.

Por lo que respecta a Estados Unidos, está por ver hasta qué punto se hace un control personalizado de las persona y, sobre todo a nivel legal, hasta qué punto encaja con cuestiones relativas a la privacidad y la protección de datos personales.

Pedro Ruiz
Pedro Ruiz
Colaborador de MERCA2