Lo que las startups enseñaron a las empresas antes del virus

Las facilidades para trabajar que diferentes organizaciones han puesto en marcha y que antes no tenían disponibles o no habían implementado del todo, como el teletrabajo, reuniones telemáticas o horarios flexibles van a ser más comunes tras la crisis del coronavirus.

En España, según un estudio reciente de Adecco, solo teletrabajan 1,5 millones de españoles, lo que representa apenas un 8% de la población ocupada. “Se trata de una estadística que se podría mejorar” explica Antonio Cantalapiedra, cofundador de Woonivers en una entrevista con MERCA2.

Durante los últimos 20 años se ha fomentado la flexibilidad laboral y la conciliación, gracias a la tecnología y las telecomunicaciones. Durante la pasada década las startups impulsaron métodos de trabajo más ágiles que se están extendiendo en grandes compañías.

Además, la toma de decisiones en las startups “se agilizan y no se burocratizan tanto”. Precisamente porque su idiosincrasia es que no necesitan grandes instalaciones ni fábricas para desarrollar su actividad, aunque sí requieren tecnología y arquitectura informática para prestar sus servicios.

Pero sobre todo, las startups son “más ágiles que las grandes empresas a la hora de diseñar estrategias, implementar acciones o tomar decisiones” señala.

LIDERAZGO

Las startups van “a muchísima más velocidad que una empresa grande” porque el liderazgo está distribuido, y en general se goza de mayor autonomía para tomar decisiones, destaca Tabita Luis, Head of People & Culture de Lingokids.

En empresas grandes, aún con riesgo de contagio, hay personas que han tenido que esperar una política oficial “desde arriba, a pesar del riesgo altísimo que esto acarrea para la situación actual” apunta. En una startup esta persona normalmente tomaría la decisión “sin esperar que nadie le diga lo que es obvio”.

En este sentido, considera que cuando pase la crisis, las empresas deberían enfocar el trabajo de manera diferente. Medir la productividad durante estos días “es difícil” pero está claro que si hay gente ha podido trabajar desde casa es porque no hay “un impedimento real” más allá de la desconfianza que pueda sentir la empresa.

La idea es ser lo más eficientes posibles con los recursos disponibles y destinar los recursos a cosas que puedan dar más resultados.

EL RETO

En opinión de Alberto García, cofundador de Homyspace la situación que estamos viviendo supone un reto para que los equipos se mantengan comunicados igual que lo harían en la oficina y, en el mejor de los casos, para que el teletrabajo se contemple como una opción habitual.

Además, esto también abre puertas a hacer contrataciones a personas que estén en otras ciudades. En su caso han podido adoptar medidas con mucha velocidad “en solo unas horas todos estábamos trabajando desde casa y operando con normalidad”.

El hecho de poder teletrabajar, de disponer de equipos portátiles, servidores en la nube, documentación y herramientas online y, que su servicio sea exclusivamente a través de internet, ha facilitado el cambio.

En palabras de García, las startups suelen nacer en un entorno 100% digital y por tanto no tienen que pasar por un proceso de transformación, digitalización, etc. con lo cual el principal ahorro es que no tienen que invertir en transiciones ni adpatrse a cambios de procesos.

FLEXIBILIDAD

Por su parte, Samuel Fuentes, cofundador de Ontruck cree que las empresas descubrirán ahora que la flexiblidad del teletrabajo “es una herramienta más en su haber” y la usarán más a menudo, aunque no sea con todas las divisiones.

Además, las habilidades adquiridas por los empleados también lo harán más viable. Fuentes entiende que una empresa grande tiene que aprender de una startup a “moverse deprisa en entornos con incertidumbre”.

El mayor beneficio de una empresa pequeña es que no necesita tanta estructura y toma decisiones más rápidamente, lo que implica menor desperdicio de recursos.