El lado cómico de Juan Roig más allá de Mercadona

Al igual que en la mili se presuponía el valor, la seriedad es sinónimo de algunas personas por razón de su cargo público, político o económico. Por lo menos, de puertas para afuera. Eso no significa que no tengan su vis cómica. Por ejemplo, Juan Roig. El presidente de Mercadona mostró parte de su repertorio durante la última presentación de resultados.

Eso no quiere decir que no se mostrase serio, reflexivo, conciso… Pero también abierto, incluso reconociendo que los chistes no se le dan bien. Pero eso no fue excusa para hacer alguna broma. “No os vayáis ni cambiéis de canal”, dijo a los periodistas presentes. Y lo hizo antes de dar paso a un vídeo de 40 segundos, no a esos espacios que, en televisión, advierten que ‘volvemos en siete minutos’.

Ciertamente se mostró agudo cuando, teniendo 71 años como tiene él, se le preguntó sobre la sucesión. “Espero aguantar hasta 2049”, soltó. Eso sí, se mostró más serio al afirmar que la persona que le sustituya “tiene que mandar como yo. Tiene que ser una dirección fuerte”. ¿Quién será? Ahí jugó al gato y al ratón. “Quien va a ser no lo sabe nadie”, recalcó en un primer momento. Aunque luego reculó, digamos que a su manera: “Yo sí lo sé. Y quien lo tiene que saber, también”. Por allí andaba una de sus hijas.

En los momentos en los que estuvo más serio, porque el tema lo merecía, tuvo asimismo una salida airosa. Es lo que sucedió al mostrar la necesidad que tiene Mercadona de encontrar proveedores. Si no en España, ni en Portugal, en otros países. A fuerza ahorcan. “Si lo dicen en sus medios, y nos ayudan a encontrarlos, luego tendrán la pertinente campaña de publicidad”, aseguró con algo de retranca.

‘CENSURA’ EN MERCADONA

Juan Roig se puso, en cierto modo severo, al afirmar que mantener la calidad de Mercadona es “muy difícil”. Y más en un momento como el actual de la compañía, inmersa en “una brutal transformación”.

El presidente de Mercadona mostró parte de su repertorio durante la última presentación de resultados

Eso sí, tiene una confianza ciega en su equipo. A su manera, les puso el calificativo de censores. De broma, claro. “Aquí tengo la censura previa”, dijo señalando a sus directivos para que éstos confirmaran lo que él había dicho.

Un grupo que ha llegado donde ha llegado, recalcó, por méritos propios. Eso sí, lo difícil no es llegar, si no mantenerse. Que nadie se duerma en los laureles. “Nos podemos equivocar”, dijo haciendo referencia a la elección. Por lo que matizó: “Podemos poner y quitar”. Todo un toque de atención.

Hasta con el dinero tuvo tiempo Juan Roig de soltar alguna especie de chufla. En 2019, el legado del presidente de Mercadona y su esposa, Hortensia Herrero, fue de 50 millones de euros. Euros que salieron de su propio bolsillo. Para 2020, esa cantidad será de 76 millones de euros. “Es con nuestro dinero personal”, recalcó. Y añadió: “El dinero al otro mundo no te lo llevas”. Dinero invertido en arte, innovación o deporte. Ahí soltó una pullita sin malintención: “A ver si ganamos más partidos de baloncesto”. ¿O no? Como con la sucesión, sólo él lo sabe.

Por último, Juan Roig se permitió el lujo de bromear con la persona responsable del negocio en Portugal. Ante la pregunta de un periodista luso, la directiva empezó a hablar en castellano. Tan contento estaba el presidente de Mercadona, que se quedó un poco frío al decirle ella que le estaba traduciendo la pregunta. “Creía que me hacías la respuesta”, le dijo entre irónico y locuaz. Sin ser del Club de la Comedia, Juan Roig llegó por momentos a divertir a la audiencia.