El coronavirus ante la sociedad más escéptica y crédula de la historia

Reparaba Carlos Alsina hace unos días sobre la mala prensa que sufren los medios de comunicación: si no se informa con demasiada intensidad sobre la propagación del Covid-19 se expanden teorías de la conspiración sobre los silencios impuestos por los gobiernos a los editores.

Y si decide volcarse en la información también llueven palos por catastrofistas, amarillos y pesados. El coronavirus ni es una gripe fuerte ni supondrá la llegada del Apocalipsis. Aunque, tal y como reparó ayer en claro servicio de servicio público TVE, la sociedad se encuentra en estado de ansiedad a la hora de recibir información sobre infectados y muertes.

TVE SE VOLCÓ ANOCHE CON EL TEMA

Los informativos de TVE decidieron coger el toro por los cuernos y anoche La 1 emitió un especial sin concesiones amarillas que estuvo presentado por Rosa María Molló, que denunció que por desgracia en este asunto la emoción supera a la razón.

La pública aseguró en la presentación del espacio que se iba a dedicar «a separar los datos de los bulos y las certezas científicas de las especulaciones. Con la presencia de responsables de salud pública, epidemiólogos, investigadores, médicos y contagiados por el coronavirus».

Coronavirus
Coronavirus y el miedo.

Fernando Simón, director del centro de coordinación de Alertas y Emergencias sanitarias del Ministerio de Sanidad; Antoni Trilla, jefe del servicio de Medicina Preventiva y Epidemiología del Hospital Clínic de Barcelona; o Isabel Sola, viróloga del laboratorio de coronavirus del Centro Nacional de Biotecnología, participaron en un programa ágil y saludable en el que también se dejó ver Lorenzo Milá, que hace unos días intento rebajar la histeria colectiva y ayer informó sobre el cierre de colegios y universidades en Italia. Eso sí, como recordó: «Esto no es el ébola».

COMBATIR EL MIEDO

La 1 combatió ayer el miedo, sustancia invisible que se crea según la pública de una forma muy sencilla: «El goteo de afectados por el coronavirus en todo el mundo y las incógnitas sobre su evolución inquietan a la población y amenazan la recuperación de la economía mundial. A través de las redes sociales, el virus del miedo se extiende con mayor rapidez que una enfermedad cuya afectación y tasa de mortalidad no son peores que las de la gripe común«.

Antena 3 también se vuelca con el asunto con un especial que se emite hoy a las once menos cuarto de la noche. María José Sáez conducirá este programa de análisis que también contará con expertos para separar el polvo de la paja.

LO PEOR, COMO SIEMPRE, LA MAÑANA TELEVISIVA

‘Sálvame’ puede y debe mirar por encima del hombro a la porquería aporafóbica, amarilla y demagógica que se ha instalado en las mañanas. En ‘El programa de Ana Rosa’ se dedicaban a medirse la temperatura (sus compañeros de ‘Informativos Telecinco’ competían en desvergüenza al probarse mascarillas) y en ‘Espejo Público’ llevaban como experto a Cayetano Martínez de Irujo.

Fran Rivera también pontificaba sobre el tema con Susanna Griso: «Los gobiernos no están preparados para lo que se viene encima, yo creo que es todo mucho más serio de lo que parece». Y tú que lo digas.

En las redes le contestaban: «La tasa de mortalidad del coronavirus oscila entre 0,7% y el 2,9%. La de Fran Rivera en una plaza de toros es del 100%. También habría que aislarlo a él». Nunca es poca la prudencia…

Antonio García Ferreras, entre riñas con Cayetana Álvarez de Toledo y palos a destiempo a Jaume Roures, también elaboraba una especie de ‘Carrusel Coronavirus’ con una ronda de conexiones con la que contribuía a banalizar el asunto.

LA VOZ DE LA CONCIENCIA

Iñaki Gabilondo ejerce de voz de la conciencia estatal y hace unos días repitió su receta estrella: ante la duda, periodismo. El mítico comunicador vasco explicó en ‘La Sexta Noche’ que entiende «la preocupación, pero ésta debe convertirse en actividad para los responsables sanitarios».

Coronavirus
AR y el coronavirus.

«El dinero tiene más pánico que nadie y es el primero que se asusta: siempre se ha dicho que la víscera más sensible del organismo humano es la cartera. Cuando a todo este fenómeno le añades el calambrazo de pánico que nos llega del mundo económico, son muchos los elementos que, sumados, producen nerviosismo«, explicó.

Gabilondo dio en el clavo: «La sociedad es un poco infantil. Es la más escéptica que ha habido en la historia y la más crédula a la vez. Por un lado no se cree nada y por otro se lo cree todo, y es bastante afectable por estos fenómenos, que comprendo que preocupen». Ya lo decía Alsina: la prensa nunca acierta, aunque la española ha estado más mesurada que en otros casos equiparables.