Christian Hannover aterriza en Madrid atraído por la ‘jet set’ y los pisos de lujo

Los proyectos de lujo están proliferando en Madrid y ya son varias las promotoras de alto ‘standing’ que apuestan por la ‘jet set’ madrileña. El hijo de Ernesto de Hannover e hijastro de Carolina de Mónaco, Christian Hannover, ha aterrizado en Madrid a través del fondo colombiano en el que participa, Logika European Partners, para ultimar un acuerdo inmobiliario millonario.

Se trata de un proyecto de lujo que está ultimando con la promotora especializada en alto ‘standing’, Single Home, para la adquisición del edificio situado en la calle Núñez de Balboa número 3. El edificio, que está totalmente deshabitado, cuenta con 10 viviendas, dos oficinas y un local, que hace años fue un concesionario Maserati.

Según fuentes del mercado, el edificio pertenece a varios inversores venezolanos bajo la sociedad Proyecto e Inversiones Binah y la operación de venta podría alcanzar los 24 millones de euros.

A la espera de que se confirme oficialmente, Logika ya ha incluido en su página web este proyecto como propio, por lo que podría darse por realizada esta inversión. Se trata de un edificio construido en 1940 y cuenta con una superficie construida de unos 2.000 metros cuadrados.

PROBLEMA: EL PRECIO

Al igual que sucede con otros activos en la capital, el elevado precio se ha convertido en el principal escollo para sacar adelante la operación. Además, cuenta con otro problema: parte del garaje subterráneo de este edificio se encuentra ocupado por el Hotel Wellington.

Pero como no hay dos sin tres, existe un tercer inconveniente: la entrada al spa del lujoso hotel se realiza por el portal de Núñez de Balboa 3. Una cuestión nada fácil de solventar y que supondría al hotel realizar obras para reubicar la puerta de acceso.

De hecho, estos inconvenientes están ralentizando la desinversión por parte de los empresarios venezolanos porque la solución pasaría por acercar posturas con el hotel, ya que unos pisos de alto ‘standing’ sin plazas de garaje y con una afluencia constante de clientes es complicado sacarlos al mercado.

WELLINGTON A JUICIO

Por su parte, Inversiones Binha decidió hace años poner este tema en manos de la Justicia para que busque una solución, según informa El Confidencial. El origen de este conflicto se remonta a 1950 cuando el propietario de Núñez de Balboa 3, y a su vez socio del hotel Wellington, cedió al establecimiento 354,8 metros del semisótano del edificio. Es decir, el lujoso hotel cuenta con un parking que se extiende por el subsuelo del activo a la venta.

El hotel alega que ese subsuelo le pertenece a través de unas escrituras firmadas en 1952. Pero no se trató de un acto desinteresado, sino que, a cambio, el propietario recibió un paquete de acciones del hotel. De este modo, en 2018 la Audiencia Nacional falló a favor del hotel, una decisión que dificulta la venta de este activo.

Existe una opción de compra por parte de Single Home, que se debe ejecutar en cuestión de meses. Esta modalidad es muy frecuente en el sector inmobiliario español y consiste en que un inversor realiza una opción de compra sobre un inmueble para venderlo antes de que venza dicha opción de compra. De lo contrario, el inversor escriturará la transacción.

LOGIKA EN ESPAÑA

El fondo colombiano Logika European Partners llegó a España en 2017, atraída por la llegada masiva de inversores venezolanos. Según los datos que aparecen en su web, ya han realizado cuatro adquisiciones en la capital española.

La primera fue Sagasta 27 en 2016, que cuenta con una superficie de 800 metros cuadrados, y un año después adquirió Monte Esquinza 5 de 1.500 m². Ambos inmuebles ya han sido vendidos: el primero a los mexicanos Terralpa y el segundo a un ‘family office’ español, según apuntan algunos medios.

Ya en 2018 se hizo con Nicasio Gallego número 20, de 1.400 m², y en 2019 apostó fuerte por la ‘Milla de Oro’, con la inversión en Hermosilla 60, un edificio que suma un total de 2.600 m².

Por su parte, Single Home estuvo en el ojo del huracán ya que la crisis económica le azotó fuerte: en 2012 Banco Popular refinanció parte de su deuda, y tres años después consiguió que Sareb le refinanciara de nuevo.