De Bankinter a Línea Directa: la saga Botín, a la sombra del banco naranja

Cuenta atrás, en pocos días la junta general de accionistas de Bankinter tiene que aprobar la ya anunciada salida a Bolsa de Línea Directa. El objetivo del banco es convertir a la aseguradora en una compañía independiente y repartirá a sus accionistas el 82,6% .

El mayor accionista de Linea Directa será Cartival (con un 19%), su participación es mayor que la del propio Bankinter que se queda con el 17%. Precisamente esta sociedad, es la mayor accionista de Bankinter, con un 22,88% de la entidad. Y detrás de ella, se encuentra buena parte de la saga Botín.

A la cabeza, Jaime Botín, el mismo que alzó Bankinter hace más de 30 años. El fundador y presidente (entre noviembre de 1989 y marzo de 2002) dejó de tener cargos ejecutivos en 2004, cuando renunció a ser consejero. Pero un año más tarde (en 2005) entraba uno de sus hijos al consejo, Marcelino Botín.

Más funciones tiene su hermano Alfonso, que es vicepresidente ejecutivo del banco, presidente de Linea Directa, además de consejero y CEO en Cartival. Alfonso Botín tiene tanto peso en el banco que en 2018 fue uno de los diez consejeros ejecutivos del sector bancario que más dinero ganó (2,4 millones) por delante incluso del presidente del Banco Sabadell.

Esta parte de la familia Botín, siempre se ha querido mantener en la sombra y son poco mediáticos, pero las cosas se han puesto en su contra, sobre todo por los líos judiciales de su padre.

LÍOS JUDICIALES

El que ha hecho que Bankinter sea hoy el banco más rentable del Ibex se juega su reputación por una serie de líos con la justicia. Actualmente está acusado de un delito de contrabando con una obra de Picasso. Se enfrenta a 3 años y medio de cárcel, además de una multa de 91,7 millones. Aunque sus abogados lo han recurrido.

La historia viene de lejos. El tío de Ana Botín y hermano del expresidente del Banco Santander, Emilio Botín, quería subastar una obra de arte (un Picasso) en 2012 y eligió la casa Christie’s de Londres. Pero antes fue a la que está en Madrid para que valoraran el cuadro. Una vez allí le explicaron que debía pedir permiso al Ministerio de Cultura para trasladar el cuadro porque pertenecía a Patrimonio Histórico.

Entonces Botín autorizó a Christie’s para que pidiera la aprobación de Cultura. Pero el ministerio la rechazó porque no existía en España una obra semejante. Aun sabiendo a lo que se enfrentaba, trasladó el cuadro a su yate (Adix) que estaba atracado en el puerto de Valencia, salió de España y viajó a Córcega. Según se comentó en el juicio, la idea de Jaime Botín era volar de Córcega a Ginebra para trasladar el cuadro, pero lo incautaron antes.

Las cosas se pusieron feas, si bien, en julio de 2015, cuando las autoridades aduaneras abordaron el yate propiedad de Jaime Botín con el objetivo de encontrar en su interior el Picasso que quería trasladar a Suiza desde Valencia, quien estaba dentro era su hijo Alfonso Botín.

LAS COSAS SE COMPLICAN

El juicio tendría que haber arrancado en verano de 2019, pero se trasladó a noviembre. Así, hasta el 16 de enero de este año no se conoció la sentencia: 1 año y medio de prisión y una sanción de 54,2 millones de euros por un delito de contrabando.

Unos días más tarde (el 4 de febrero) la magistrada al cargo modificaba la sentencia y subía la condena a tres años y un día de cárcel, y 91,7 millones. Las cosas se han complicado, porque habitualmente si la condena no supera los 2 años de cárcel, el condenado no entra en prisión (siempre que no tenga antecedentes penales).

Pero no es su primer lío. El año pasado, el Ministerio de Economía puso una multa de 300.000 euros por ocultar la compra de un 8% del capital de Bankinter. Es decir, Jaime Botín debía declarar su participación por ser presidente de Cartival, la compañía a la que se traspasó el paquete accionarial.

También fue investigado por un fraude de un millón de euros contra la Hacienda Pública, después de matricular un avión en Portugal, siendo su centro de operaciones España. La Fiscalía reclamaba dos años y tres meses de prisión, pero llegó a un acuerdo.

SACUDIDA EN BOLSA

Bankinter sufre una caída del 10% desde que el 18 de diciembre anunciara la salida a Bolsa de Línea Directa. Los inversores han optado por la venta de acciones, después de que varios bancos de inversión argumentaran que podría aumentar su perfil de riesgo.

A la espera de su estreno, los accionistas también centran su atención en cómo se desenvuelven los líos judiciales de la saga Botín. Aunque la consejera delegada de Bankinter, explicó durante la presentación de resultados que no ve en qué manera le puede impactar al banco que Jaime Botín esté en esta situación.

“Las personas que han trabajado con él, como yo, estamos convencidos de su inocencia. La sentencia la han juzgado en primera instancia y no es firme. Pero tengo claro que se van a ganar los recursos y es inocente. La verdad acabará saliendo a la luz”.

Bankinter, el banco que menos sufrió durante los años de la crisis, sigue generando resultados récord. En 2019 el beneficio ascendió un 4,6% hasta los 550,7 millones de euros. Pero los expertos señalan que Jaime Botín podría tener que vender acciones de la entidad si las cosas se complican. Y ante todo, insisten en que es una cuestión de honor porque su nombre siempre estará ligado al banco.