Extrañas operaciones genitales para «embellecer» el sexo

Hacerse cirugía estética en el sexo es algo cada vez más normal. En el 2003 comenzó el auge de este tipo de intervenciones. Las mujeres que más se las realizan son las de 30 a 35 años o bien por cuestiones estéticas o psicológicas. Suele suceder por tener algún tipo de malformación genital genética o después de los partos, por querer rejuvenecerse, por cuestiones de cultura religiosa o por estética.

Realmente, las operaciones estéticas en el sexo femenino hoy en día son la mayoría por cuestión de estética. Cuando una persona no se siente bien con una parte de su cuerpo, ya sea la nariz o ‘sus bajos’, si se lo puede arreglar lo mejor es que lo haga.

Existen distintas formas de embellecimiento genital femenino, te diré las más utilizadas por si te pueden servir de ayuda.

Labioplastia del sexo femenino

labioplastia en el sexo

La Labioplastia es una operación que te reduce los labios menores y mayores del sexo. Casi siempre son los menores los que se intervienen. La fisionomía normal femenina es que tengas los labios menores escondidos por los mayores, pero en ocasiones estos crecen y sobresalen.

Si los labios menores sobresalen pueden provocarte molestias, infecciones o problemas psicológicos por no cumplir los cánones de belleza establecidos en la sociedad. Tener problemas con tu físico te acarrea conflictos a la hora de tener sexo con tu pareja, además de inseguridades personales.

La operación de labioplastia es hacer los labios que rodean la oquedad vaginal más pequeños mediante una breve intervención. Esta operación no hace que sientas menos. El tamaño normal de los labios inferiores es el de un centímetro y suelen estar escondiditos.

Este término está siendo muy usado últimamente en los medios porque una concursante de Gran Hermano VIP, Adara, se la realizó y ha salido a la luz.

Blanqueamiento anal

blanqueador anal

Esta operación no es como la Labioplastia. El color del ano no perjudica en nada a tus funciones ni fisiológicas ni sexuales. Hay culos de muchos colores y cada uno es feliz con el suyo.

No obstante, tener algunas zonas cercanas a la zona del sexo un poco más oscuras es algo más habitual en las mujeres que en los hombres. Esto es debido al embarazo y a la menstruación que suelen pigmentar esas partes más que otras con el paso de los años.

Puede ser que te dé vergüenza tener sexo con la luz encendida para que no se vean esas zonas más oscuras y que te sientas mal por ello. Pues es algo tan sencillo como darte unas cuantas sesiones de hiperpigmentación en tus partes íntimas y listo.

Liposucción en el Monte Venus

liposucción en el sexo

La liposucción de cualquier parte del cuerpo es eliminar el mayor tejido adiposo posible de la zona tratada. En ocasiones, el exceso de peso o la descompensación repartidos por el cuerpo pueden hacer que tengas la zona externa más gordita de lo normal y no te guste.

Como todo, si haces ejercicio y llevas una dieta saludable esa grasa termina desapareciendo, pero hay quien no tiene paciencia y decide hacerse este tipo de intervención. La más recurrida es la liposucción asistida con láser y la tradicional de meter un tubito y chupar la grasa se ha quedado un tanto obsoleta, pese a que las dos tienen unas marcas mínimas que desaparecen casi por completo.

No obstante, el láser tiene más ventajas a la hora de la recuperación y remodelación de la zona del pubis tras la operación.

Vaginoplastia

Vaginoplastia en el sexo femenino

La vaginoplastia es una de las intervenciones más comunes entre las mujeres que han tenido partos múltiples. Cuando se te debilita la vagina y se te ensancha, puede afectar a tu sexo en pareja para mal porque no notarás casi nada por culpa de ese ensanchamiento.

Cuando el suelo pélvico pierde su firmeza puede ocasionar que la vejiga se desplace y se descuelgue haciendo que tengas pérdidas de orina y que los orgasmos sean casi imposibles.

La intervención reduce los músculos de alrededor de la vagina haciendo que tanto la musculatura como la elasticidad genital mejore. Es una intervención sencilla en la que te estrechan el canal vaginal mediante la unión de los músculos a través de puntos que absorbe tu propio organismo.

Clitoriplastia del sexo femenino

sexo femenino

El tema del clítoris también puede crear bastantes traumas en las mujeres, se considera un clítoris normal uno que mida de 3,7 hasta un máximo de 10 milímetros y no sobresalga de lo que son los labios internos.

Si el clítoris es más grande y sobresale es molesto, coges infecciones y el sexo puede ser bastante desagradable y doloroso. Cuando tienes algún complejo, sea del tipo que sea, tiendes a no dejar que nadie te vea esa zona de tu cuerpo. Esa actitud puede afectar a la pareja negativamente en lo que a la cama se refiere.

Una operación del clítoris no hace que sientas menos, al contrario, si tienes algún tipo de problema con tus partes íntimas debes ir al ginecólogo y contarle tu problema. Seguramente sea más sencillo de solucionar de lo que piensas.

Reconstrucción del himen

El tema de la reconstrucción del himen ha sido muy debatido. En un principio, los cirujanos no querían realizarlo porque decían que era una forma de machismo. No obstante, los problemas que puede acarrear tener el himen roto en algunas culturas son muchísimo más peligrosos que el realizar la intervención.

El himen es una membrana muy flexible y delicada que separa el orificio vaginal de la vulva. Esta puede desaparecer por montar en bicicleta, montar a caballo, tener un accidente, un golpe fuerte, incluso cuando se usa un tampón o en las primeras relaciones.

La intervención es tan solo volver a coser esa membrana dejando el espacio para que los flujos femeninos puedan salir. Es una forma de simular que se es virgen y tan solo sirve para eso.

Microinjerto de vello púbico

Esto no es por una cuestión de modas ni de sexo, más bien es por causas psicológicas. Hay algunas mujeres a las que después de una cesárea les crece de forma descompensada el pelo del pubis. También se suele caer tras tener la menopausia y tienes una zona con calvas, lo que puede hacer que no te encuentres bien contigo misma.

En estos casos, se hace lo mismo que en un trasplante capilar habitual. Se usan los injertos de pelo de la parte baja de la persona intervenida y al tener su mismo código genético es más sencillo que los folículos agarren para siempre.