Si tienes un coche, es normal que necesites pulir los faros. Aunque muchas personas prefieren que esto lo hagan en el taller, muchas otras creen que es mejor aprender a hacerlo por sí mismas para poder ahorrarse unos cuantos euros. Si eres de las segundas, estás en el lugar indicado.
Los faros son uno de los elementos más importantes de nuestro vehículo, pues se encargan de complementar la seguridad que este tenga. Sin ellos, no podríamos conducir de noche de forma adecuada, ya que no veríamos. Tampoco podríamos sacar el coche en caso de lluvia, pues podríamos tener un accidente debido a la falta de visibilidad.
Como elemento clave, debemos cuidar de ellos. Con el tiempo, como cualquier otro accesorio, pueden tender a deteriorarse. La iluminación es un pilar fundamental para la seguridad vial, por lo que debemos tenerlos siempre a punto. Descubre cómo pulir los faros de tu coche para ahorrarte dolores de cabeza.
Pulir los faros del coche: cómo se hace
No tener los faros del coche en buen estado es motivo de calificación negativa a la hora de pasar la ITV. De ahí la importancia de tenerlos siempre cuidados para no tener ningún disgusto con nuestro vehículo.
Las consecuencias del deterioro de los faros pueden ser graves. Una pérdida en la eficacia del alumbrado puede hacer que tengamos un accidente que es fácil de evitar con un buen seguimiento y cuidado del coche.
Materiales para pulir los faros
Existe un kit específico para pulir los faros de nuestro coche. Este contiene en su interior algunos materiales y accesorios que nos serán de gran ayuda a la hora de ponernos manos a la obra.
También podemos comprarlos por separado sabiendo qué vamos a necesitar exactamente. Estos utensilios son los siguientes:
- Lijas de grano 400, 1.000 y 2.000
- Cinta de carrocero
- Taladradora con diferentes velocidades
- Trapo que no deje pelusas
- Agua
- Discos de lana
- Pulimento líquido con siliconas
Limpia y enmascara los faros
Antes de pulir los faros del coche, es importante limpiarlos a conciencia. Esto lo hacemos para eliminar los residuos que puedan tener, sobre todo si acostumbramos a tenerlo aparcado en el exterior.
Con un trapo, agua y jabón será suficiente para dejarlos listos. Después de hacerlo debemos enmascararlos de forma adecuada para proteger las superficies que se encuentran alrededor. Aquí será donde empleemos la cinta de carrocero.
Lijar los faros del coche
El siguiente paso para pulir los faros de nuestro coche de forma adecuada es lijarlos para eliminar el material que esté deteriorado. Para hacerlo emplearemos las lijas de diferente grano. Si el faro no se encuentra demasiado dañado, no optes por un grano demasiado abrasivo, como puede ser el de 400.
Conforme vamos lijando conviene ir mojando la superficie. Cuando esté el trabajo hecho, debemos volver a limpiar, justo como lo hemos hecho en el apartado anterior. Si está bien hecho, el plástico debe quedar completamente blanco.
El momento de pulir
Cuando estamos seguros de que el faro de nuestro coche ha quedado homogéneo en los pasos anteriores, llega el momento de pulirlo. Ten en cuenta la importancia de secar los faros de forma adecuada para que no caigan gotas de agua durante el proceso de pulido.
Para pulir los faros emplearemos el pulimento líquido con siliconas. Recuerda extenderlo bien por toda la superficie, siguiendo las instrucciones del fabricante. Ayudándonos de la taladradora, iremos puliendo todas las superficies. Sabemos que lo estamos haciendo bien cuando vemos cómo va recuperando la transparencia de antaño.
Limpia de nuevo los faros de tu coche
El resultado debe estar a tu gusto antes de darlo por finalizado. Una vez que estés contento con el trabajo realizado, procede a limpiar. Este paso también nos ayudará a poder ver con más realismo aquello que hemos hecho. En caso de notar de nuevo alguna imperfección, es el momento de ponerle solución.
Para saber que el trabajo está bien hecho, la superficie del faro de nuestro coche debe quedar lisa y completamente transparente. El proceso de limpieza es sencillo, pues tan solo repetiremos lo que ya hicimos en el paso número uno.
Barnizado o sellado
El último paso consiste en dejar constancia del buen trabajo conseguido. Una vez alcanzado el grado deseado, debemos saber que pulir los faros no es del todo bueno para ellos, pues les estamos quitando su barniz protector.
Por ello, es bueno recordar darle una mano con un barniz sellador con el que nos aseguremos que dentro de poco tiempo no vuelvan a estar igual de deteriorados como nos los encontramos. Esto nos garantizará un resultado mejor y mucho más duradero.
Pulir los faros del coche es un proceso sencillo. Si eres un manitas o prefieres hacer las cosas por ti mismo, puedes darles un repaso sin necesidad alguna de acercar tu vehículo a un taller.