La compañía tecnológica Huawei ha reafirmado que es una «multinacional privada independiente» y que cumple «rigurosamente» con las leyes en todos los países en los que opera, por lo que las acusaciones de Estados Unidos sobre su dependencia del Gobierno chino no tienen «fundamento».
La firma del país asiático se defiende así de las presiones que está realizando Washington a los gobiernos de la UE para excluir por completo a Huawei del despliegue de sus redes 5G, ya que considera que es un riesgo para la seguridad nacional.
El secretario de Estado adjunto de Estados Unidos responsable de política de información y comunicaciones cibernéticas e internacionales, Robert Strayer, detalló el jueves que se había reunido en los últimos días con el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital y con el de Asuntos Exteriores como parte de su gira por Europa para alertar de los riesgos de emplear al fabricante chino.
Asimismo, el representante estadounidense también admitió que se había reunido con los reguladores y con el sector privado. Entre las operadores, Strayer únicamente desglosó que se había reunido con Telefónica.
«Huawei es una compañía que cumple rigurosamente con las leyes y regulaciones en todos los mercados en los que opera. No hay ningún gobierno o tercera persona que posea acciones de la compañía, intervenga en nuestras operaciones o influya en nuestra toma de decisiones», ha indicado la empresa del país asiático.
«Estados Unidos está llevando a cabo una campaña global, atacando a Huawei sin ningún tipo de prueba o evidencia que sustente sus acusaciones. Nuestros equipos nunca han registrado un fallo de red a gran escala, y nunca hemos experimentado una vulneración grave de ciberseguridad», defiende la compañía.
Durante su gira por Europa, Strayer ha argumentado que en China no hay «imperio de la ley», por lo que Huawei está a merced del Gobierno chino, motivo por el cual insta a los países de la UE a usar proveedores «seguros y de confianza» como Ericsson, Nokia o Samsung.