sábado, 14 diciembre 2024

La banca española saca 12 M€ de Endesa a la espera de aclarar su futuro

Los nuevos aires verdes del Gobierno y el proceso de descarbonización son una realidad; pero también un reto para las energéticas que deben reinventar su futuro sobre la marcha. Ante esta perspectiva, la banca española se muestra conservadora y, en el caso de Endesa, han retirado parte de la inversión a la espera de que se aclare el futuro del sector.

En concreto, desde el pasado mes de noviembre, los principales bancos españoles -a través de sus gestoras- están saliendo de Endesa. Primero fue BBVA a finales del año pasado; posteriormente Caixabank y Banco Santander han hecho lo propio. Entre las tres se han despojado de 12 millones de euros en acciones de la energética.

Uno de los principales motivos para que se haya dado este movimiento, según explica el analista de IG, Diego Morín, es que “las acciones de Endesa se encuentran prácticamente en máximos históricos, por lo que una recogida de beneficio ahora mismo no es algo para nada descabellado”. De hecho, fuentes cercanas a la compañía presidida por José Bogas, reconocen a MERCA2 que son conscientes de los movimientos en Bolsa de las últimas semanas y su momento alcista. Por eso, los bancos españoles -en concreto- han querido asegurar ganancias ante lo que pueda llegar.

bolsa Endesa Merca2.es

No obstante, todos estos movimientos hay que ejecutarlos con cautela según señalan desde Bloomberg. Y es que la eléctrica azul pasa por ser uno de los dividendos más solventes de las utilities europeas, puesto que había compromiso en firme por parte de la compañía de pagar el 100% de las ganancias en dividendos en 2019/20, como indican desde la agencia estadounidense.

Pero hay una segunda parte de la ecuación en todos estos movimientos. Por norma general, lo que sucede en Bolsa viene a anticipar una situación que se dará en el mercado en el futuro. En este caso, hay diversos frentes que afectan a Endesa.

ENDESA ANTE EL ACELERÓN VERDE

Las grandes energéticas, entre las que se incluye a Endesa, tienen un reto mayúsculo. El cambio a lo verde, que pasa por la millonaria inversión en renovables, lleva un tiempo activado. Ahora hay que determinar si la velocidad es la suficiente, lo que supondrá mayores inversiones o no.

A su vez, hay que gestionar los frentes abiertos. Uno de ellos, donde se ha colado bastante dinero, tiene que ver con el cierre de las centrales térmicas de carbón. Qué se hará con estas centrales y cuál será la inversión que necesiten es algo que los inversores están mirando con lupa.

EL CASO AS PONTE

La térmica de carbón de As Pontes es mucho más que una central de cuatro grupos generadores con una potencia total de 1.468 MW. Hablamos del medio de vida y del sustento, no sólo de la villa, sino de varios municipios de la comarca gallega del Eume. ¿Pero qué va a suceder? ¿Se pueden desarrollar energías como la biomasa? Endesa niega la viabilidad técnica y económica de esta alternativa; aunque los trabajadores se aferran a las nuevas pruebas con estos biocombustibles que se iniciarán en marzo.

Y es que la solicitud formal de cierre por parte de Endesa, tras meses de paralización, no pillaba por sorpresa a los trabajadores, pero sí impactaba la incertidumbre por la ausencia de una salida laboral definida para las familias tras el varapalo que sufrirá la actividad en la zona.

La eléctrica asegura tener diseñada una estrategia denominada Plan Futur-e para “atenuar las consecuencias sobre el empleo, desde un enfoque de Transición Justa”. En este marco Endesa “propone sustituir en Galicia los 1.468 MW térmicos de la central por 1.505 MW renovables en el periodo 2020-2026 -con una inversión de unos 1.580 millones de euros y la generación de unos 1.250 empleos directos de media anual en los 6 años de la fase de construcción y 125 en la de operación y mantenimiento-“.

La pregunta es “¿dónde?” porque los ponteses reclaman soluciones para su territorio, más allá de que se puedan instalar proyectos renovables en otros emplazamientos gallegos. Pero al parecer no son las únicas incógnitas que está dejando Endesa en este proceso. Sobre todo, y eso es lo que demandan los inversores, cuál es el rendimiento económico que necesitarán todos estos cambios.


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