Si en 2017 el beneficio neto de Mapfre fue de 701 millones de euros, y en 2018, de 529 millones (un 24,5% menos), para 2019 se espera un descenso del 3,4%. De esta manera, la entidad presidida por Antonio Huertas presentará un beneficio por encima de los 500 millones, aunque por debajo de los dos años precedentes.
“El beneficio neto alcanzaría los 510 millones de euros y el ratio combinado cerraría el año en nivel del 96,2%, lo que implica una mejora de 1,4 puntos porcentuales respecto a 2018”, señalan desde Renta4. Hay que tener en cuenta que, entre julio y septiembre, el beneficio neto de Mapfre se desplomó un 38,2%. De esta manera, dicho beneficio fue de 88,4 millones. Y eso que, en el tercer trimestre, los ingresos totales aumentaron un 5,8%, hasta los 6.567 millones de euros.
“Dada la diferencia que acumula ya en septiembre respecto a los números del ejercicio anterior, y los costes extraordinarios por su negocio de reaseguros, el mercado asume que los resultados se quedarán muy lejos de los registrados en igual periodo del año anterior”, resalta Aitor Méndez, analista de IG.
Los resultados se quedarán muy lejos de los registrados en igual periodo del año anterior
Sus previsiones apuntan a que en el último trimestre las ganancias netas podrían caer por debajo de los 50 millones de euros. “Eso situaría la cuantía total del acumulado del año ligeramente por encima de los 500 millones de euros”, añade Aitor Méndez.
DUDAS EN MAPFRE
Más allá del impacto de los tifones en Japón y los disturbios en Chile (que tendrán un impacto en sus cuentas en el último trimestre de entre 130 y 140 millones de euros), Mapfre despierta dudas en otros aspectos. Uno de ellos, la actividad de asistencia.
“En su última presentación de resultados, Mapfre reconocía que había destinado 77 millones de euros a sanear esta división”, señala Aitor Méndez. Pero recalca: “En el acumulado de los nueve primeros meses, la aportación de esta división a los beneficios del grupo era todavía más negativa. Las pérdidas eran de 86 millones de euros”.
Este gasto más excesivo se debió al ajuste de 48 millones de euros provocado por el deterioro de su fondo de comercio en Reino Unido. “Debido a las expectativas de beneficios futuros como consecuencia de la salida británica de la Unión Europea”, indica el analista de IG.
Más allá de las dificultades del Brexit, Mapfre tuvo que asimilar otro impacto. En este caso, de 17 millones de euros. Eso se debió al deterioro del fondo de comercio de sus filiales de asistencia en Estados Unidos y Canadá por la reducción de “negocios no rentables”. Y otros 11 millones en reestructuración de esta misma actividad en varios países con “operaciones no rentables”. Así lo definió la aseguradora.
Dejando a un lado este episodio extraordinario que afecta a su negocio de reaseguros, desde Renta 4 apuntan a que el ramo de No Vida será su pulmón de crecimiento: las primas aumentarán un 5% respecto a 2018. “El entorno de tipos bajos seguirá drenando la evolución del negocio de Vida Ahorro”, sostienen desde Renta 4. Y concluyen: “La exposición a diferentes divisas, así como los tipos bajos, continuarán actuando como freno a la evolución de las primas. Las primas deberían comenzar a reflejar los diferentes acuerdos de colaboración alcanzados con Santander, Bankia, Renault o Banco do Brasil».