Honda registró un beneficio neto atribuido de 485.200 millones de yenes (4.043 millones de euros al cambio actual) en los tres primeros trimestres del año fiscal 2019-2020 (de abril a diciembre de 2019), un 22,1% de retroceso respecto a los ‘números negros’ del año anterior, según informó la empresa, que ha revisado al alza su previsión para el año completo.
El negocio de la firma nipona se vio lastrado por el retroceso en la facturación por las ventas, motivado por el ‘mix’ de producto, y también destacó el impacto negativo anotado por el tipo de cambio de divisas.
La facturación de la empresa entre abril y diciembre se situó en 11,72 billones de yenes (95.607 millones de euros), un 3% de retroceso, mientras que su beneficio operativo en los tres primeros meses fiscales fue de 639.200 millones de yenes (5.326 millones de euros), un 6,5% de disminución.
El volumen mundial de ventas consolidadas de automóviles de Honda en el período alcanzó 2,54 millones de unidades, un 8,23% menos, al tiempo que la firma también matriculó 9,73 millones de motocicletas en todo el mundo, un 6,2% menos.
En el tercer trimestre fiscal (octubre a diciembre), Honda contabilizó unas ganancias netas de 116.400 millones de yenes (970 millones de euros), un 30,7% menos, con una cifra de negocio de 3,74 billones de yenes (31.229 millones de euros), lo que supone una bajada del 5,6%.
Las matriculaciones trimestrales de automóviles alcanzaron las 808.000 unidades, un 14,2% menos, al tiempo que las entregas de motocicletas se redujeron un 1,2%, hasta alcanzar los 3,19 millones de unidades.
La multinacional asiática prevé cerrar el ejercicio fiscal 2019-2020, que termina en marzo, con un beneficio neto atribuido de 595.000 millones de yenes (4.958 millones de euros), lo que supone mejorar un 3,4% su anterior estimación anual, pero sigue estando por debajo (-2,5%) del resultado del año fiscal 2018-2019 (5.085 millones de euros).