‘El Palmar de Troya’: el último esperpento de Valle-Inclán

Movistar apostó hace cuatro años por #0 y hace tres y medio por la ficción original. Pero esta noche lo hará al fin por las series de no ficción, terreno no demasiado concurrido hasta ahora por la plataforma de Telefónica. La compañía española va con ‘El Palmar de Troya’ a rebufo de los éxitos veraniegos de Netflix y HBO, que resucitaron mediáticamente al ‘caso Alcásser’ y a Jesús Gil.

Pero en octubre Movistar ya dejó claro que iba a producir seis series de estas características. Y su bautismo fue irregular: ‘ETA: el final del silencio’ arrancó con nota, el capítulo reconciliador Zubiak, y por desgracia terminó con una mirada muy madrileña (a pesar de que Jon Sistiaga era su coautor).

Otros de los productos que prepara Movistar versan sobre los faraones, la Roma antigua o los espías. No está previsto que abran telediarios con estos asuntos. Pero sí pretenden llamar la atención con ‘Bajo escucha’, guardado en un congelador porque los familiares del crimen de Almonte no autorizan que se emita su testimonio.

Por lo cual la gran baza de la primera hornada de Movistar en series de no ficción es ‘El Palmar de Troya’, que chapoteará en un esperpento valleinclanesco con altas dosis de analfabetismo, picardía, sexo, ambición, mentiras y un ex’Papa’ asaltando el convento.

DIVINAS PALABRAS

Javier Macías se ha recreado con mucho arte desde ABC de Sevilla en la Iglesia palmariana. Y de algunos de sus artículos bebe esta producción de The Mediapro Studio y 93 Metros que dirige Israel del Santo.

Palmar
Estreno en Movistar.

El trabajo de Movistar también está influido por el ‘Wild Wild Country’, jugosa serie documental de Netflix sobre una sórdida secta india que marcó la agenda del estado americano de Oregón. Este trabajo es un estupendo punto de partida para el ambicioso proyecto de Movistar.

EL EMBRUJADO

Érase una vez cuatro niñas que en plena recolecta de flores dicen haber visto a la Virgen María. Corre 1968 y la finca de Alcaparrosa, ubicada en la utrerana pedanía de El Palmar de Troya se llena de analfabetismo y picardía (receta imprescindible para el nacimiento de cualquier religión).

El analfabetismo lo ponen las beatas y beatos sin escolarizar y la picardía la proporcionan algunas videntes que dicen entrar en éxtasis. Manuel y Clemente, pareja homosexual de baja extracción social, se acercan al olor a las sardinas y tres años después consiguen hacerse con la finca y con una multitud de pardillos dispuestos a aflojar la billetera.

Clemente, que malvivía en una pensionzucha sevillana, se convierte en el líder de secta antes de perder los dos ojos en un accidente de coche en 1976. Este hecho no le impidió que la Iglesia palmariana creciese con fuerza.

TIRANO BANDERAS

Clemente, que afirmó ver a Santo Domingo de Guzmán y al Padre Pío, se acerca en 1982 a Alba de Tormes junto a varios de sus fieles con la intención de robar las reliquias de Santa Teresa. Una multitud de vecinos locales se enteran y casi linchan a los sectarios.

La Guardia Civil tuvo que intervenir, pero no pudo evitar que un coche fuese quemado mientras Clemente, conocido como ‘La Voltio’ en los ambientes lumpen de la Sevilla del tardofranquismo, era agredido tras haber llamado «guarra» a la santa. Años después, poco antes de morir, reconocería haber mantenido relaciones sexuales con obispos y monjas dentro del convento.

También tuvo lío el penúltimo ‘antipapa’ de El Palmar, Ginés, se ennovio con una exmonja y dejó la secta… hasta que se le acabó el dinero y volvió encapuchado y armado. Ginés acabó acuchillado y el asunto acabó en los tribunales.

LA CORTE DE LOS MILAGROS

El PSOE obtuvo 893 de los 939 votos contabilizados en las últimas elecciones municipales de El Palmar de Troya, municipio independiente desde 2018. Los socialistas, a los que no se les puede negar su facilidad para adaptarse a diferentes entornos, se llevan estupendamente con la cúpula de la secta.

También ha querido ir en son de paz con la cúpula palmariana Israel del Santo, autor de la serie de Movistar que no se corta: «El Palmar de Troya es una secta. Queríamos contar cómo nace una secta. En este caso, esta se basa en un acontecimiento sobrenatural, necesitan adeptos, después dinero y luego, para que no se vayan, se ofrecen promesas. Al final, como veremos en el desarrollo del documental, terminan aislados del mundo, metidos en una gran secta”.

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Recreción realizada para la serie de Movistar.

Y contextualiza cómo pudo nacer semejante engendro: «Hay que tener en cuenta que cuando Clemente y compañía deciden construir una basílica a imagen y semejanza de la de El Pilar, de repente, El Palmar es el pueblo de España con menos paro. Se produce una simbiosis maravillosa, porque de repente todo el mundo tiene trabajo y se construye una basílica en quince años».

Muchos espectadores se preguntarán por qué las administraciones públicas no intervienen sobre la Iglesia palmariana. Y la razón es que la diferencia entre una secta y una gran religión no es su condición: es simplemente su tamaño.