domingo, 15 diciembre 2024

Mitsubishi creció un 10% en España pese a registrar pérdidas en los primeros meses fiscales

Mitsubishi creció un 10% en 2019 en el mercado español, gracias a la influencia del ASX, la consolidación del Eclipse Cross y el liderazgo del Outlander PHEV, según informó la compañía en un comunicado.

En Europa, por su parte, dos de los modelos más importantes de la marca (ASX y L200) se vieron afectados por una renovación y su impacto total se llevará a efecto durante 2020, mientras que Outlander PHEV y Space Star lideraron las ventas de la marca en Europa, representando el 43% de las ventas de Mitsubishi Motors Europe.

La compañía destaca que, en un mercado europeo caracterizado por su imprevisibilidad (aplicación de nuevas regulaciones impulsadas por las emisiones, nuevos esquemas de impuestos, incertidumbres políticas, etc), ha continuado avanzando en el mercado «más exigente» en todo el mundo, que es el europeo.

Por otra parte, el Outlander PHEV siguió siendo el vehículo híbrido enchufable más vendido en Europa durante 2019, a pesar del gran y creciente número de competidores. Desde su lanzamiento en 2013, el Mitsubishi Outlander PHEV ha alcanzado un total acumulado de 159.132 unidades vendidas en el ‘Viejo Continente’, con España en el tercer lugar (17.769 vehículos), solo por detrás de Reino Unido (26.788) y Alemania (54.033).

La marca automovilística subraya que, aunque estos resultados sean satisfactorios, es consciente de los desafíos y de las oportunidades que aguardan a la marca en el continente.

El presidente y consejero delegado de Mitsubishi Motors Europe, Eric Wepierre, ha declarado que en un mercado europeo tan cambiante gracias a las nuevas tecnologías, la actitud y las expectativas de los nuevos clientes, así como el nuevo entorno regulatorio, Mitsubishi Motors está «en condiciones de capitalizar el liderazgo» en el mercado del vehículo eléctrico.

Mitsubishi contabilizó unas pérdidas netas atribuidas de 11.760 millones de yenes (98 millones de euros al cambio actual) en los tres primeros trimestres fiscales (de abril a diciembre de 2019), en comparación con los ‘números negros’ de 69.164 millones de yenes (576 millones de euros) registrados en dicho período del año previo.

La compañía achacó esta caída, entre otros factores, a la bajada de las ventas, al impacto sobre sus cuentas del tipo de cambio de divisa, por valor de 34.900 millones de yenes (291 millones de euros), y a los gastos en I+D, los costes laborales y los vinculados con el cumplimiento normativo, por 36.800 millones de yenes (306 millones de euros).


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