El PP no tiene quien le escriba. Pablo Casado mira a su alrededor y observa que el Gobierno recibe mimos indisimulados de Atresmedia, Prisa, RTVE y Mediaset. ¿Y el ejército mediático de la oposición? Como diría García: «El de Pancho Villa». Es decir, dos periódicos en papel y algunas autonómicas.
Esta orfandad mediática intentará ser compensada desde Génova 13 a través de varias televisiones autonómicas de regiones gobernadas por ellos. Y el hombre clave en este nuevo tiempo es Elías Bendodo, una especie de actualización conservadora y glamourosa del ‘Rasputín socialista’ que ha reinado durante décadas en el sur, Gaspar Zarrías.
Bendodo, que tiene el mal gusto por exhibir lo que manda, visitó hace unos días el estudio de Federico Jiménez Losantos y tras ser loado, vaya a ser que se convoque concurso de licencias, Isabel San Sebastián le dijo que al fin le habían llamado para trabajar en Canal Sur.
PARTE DE LAS TELES AUTONÓMICAS BATALLARÁN CONTRA SÁNCHEZ
En Andalucía se preguntan qué pinta en su televisión pública Isabel San Sebastián, lega en la política regional. Pero debieran recordar que el PP ya utilizó a las autonómicas que controlaba para hacer oposición contra Zapatero.
Por aquel entonces, entre 2004 y 2010, varios comisarios políticos que desayunaban el argumentario de Génova 13 viajaban a provincias a insultar a Zapatero en tertulias de política estatal que tenían escasa audiencia y elevados gastos de producción.
La Radio Televisión de Andalucía, que cuenta con alrededor de 160 millones de euros anuales de presupuesto, se madrileñizará con fichajes estelares que han provocado un comprensible evidente enfado interno.
ENFADO
Canal Sur, manipulada durante décadas por el PSOE, parece que no será regenerada por el Gobierno conformado por el PP y Ciudadanos. La autonómica andaluza recuperó en septiembre a Mariló Montero, que seguirá en la parrilla de la tele a pesar de sus lamentables audiencias y de sus continuos ataques públicos a Pablo Iglesias.
Su exmarido, Carlos Herrera, conducirá un proyecto que versará principalmente… sobre política estatal. ‘Presidentes’, que así se llama el invento, tendrá un coste total de 340.000 euros que facturará una empresa madrileña, Villasun III Empresarial.
ZANCAJO, UN FICHAJE INCOMPRENSIBLE
Álvaro Zancajo saltó a la fama a principios de 2016. En aquel momento Podemos negociaba un acuerdo con el PSOE y el establishment fabricaba munición averiada. ‘Antena 3 Noticias’ abría su informativo con una fake new en la que relacionaba a los morados con ETA. Y Zancajo tenía clara la repercusión que iba a tener la scoop: «Nos van a dar pero bien».
Antena 3 lo acabó echando y RTVE bajo el Gobierno del PP lo rescató entre dimes y diretes como director del Canal 24 horas. Zancajo, periodista madrileño que no ha trabajado nunca en Andalucía, ahora ha sido fichado como nuevo jefe de Informativos de Canal Sur.
PRESUPUESTO Y AUDIENCIA
Canal Sur es clave para el PP por audiencia y presupuesto. Y en esta estrategia de estatalizar la programación de las autonómicas también tendrán un papel otras cadenas pequeñas como Castilla y León Televisión (televisión pública gestionada por dos constructores que estuvieron encarcelados por corrupción, Ulibarri y Méndez Pozo) y 7 Región de Murcia (gestionada por Grupo Secuoya, afín al PP).
Aunque el objeto del deseo de Casado y compañía es Telemadrid. Y es que Isabel Díaz Ayuso ha emprendido una campaña contra la autonómica porque no la puede controlar. Ciudadanos es el seguro con el que cuenta su director general, José Pablo López, respaldado en pinza por los naranjas y por el centro-izquierda.
Díaz Ayuso ahora no ha tenido mejor ocurrencia de fichar a un personaje atrabiliario que sufre una reputación nefasta como Miguel Ángel Rodríguez, ex mano derecha de Aznar que se hizo de oro bajo los gobiernos del propio Aznar y de Esperanza Aguirre.
Más difícil tendrá el PP estatal hacerse con el control de la Televisión de Galicia, controlada con mano férrea por un Alberto Núñez Feijóo que quiere achicar a la oposición con manipulación informativa y con una programación de cercanía de tintes populistas. Eso sí, empresarialmente Feijóo favorece a Génova 13: TVG le acaba de firmar un formato diario a una productora ligada a ABC.
EL ANTECEDENTE
En 2004 ganó Zapatero y el ‘ejército aznarista’ perdió el control de RTVE. El PSOE regó de licencias televisivas a Polanco y Roures, compensó a Antena 3 y Telecinco quitándole la publicidad a la pública e intentó desactivar a Pedro J. Ramírez con mimos.
En Génova 13 diseñaron una estrategia con las teles autonómicas que conllevó el saqueo y manipulación de Telemadrid y Canal 9 al alimón. Eso sí, Esperanza Aguirre primaba el linchamiento a Zapatero y cierta distancia con Rajoy para asegurarse el trono del PP (que nunca obtuvo).
EL SECTOR PÚBLICO
Fernando Sánchez Dragó afirma que «no debería existir el sector público», pero él condujo en la televisión pública valenciana Canal 9 el espacio literario ‘El Faro de Alejandría’. ¿Duración? Cinco años. ¿Coste? Nueve millones de euros a pesar de ser un espacio low cost. ¿Audiencias? Lamentables.
El País preguntó al escritor por el share del programa y él, director de un programa que tenía menos seguidores que las teletiendas, no se cortaba: «La audiencia idónea de un programa de libros es del 0%. Significa que todos los espectadores están leyendo». Increíble pero cierto.
Dragó también se hacía de oro por otras vías: cuatro espacios de ‘Dragolandia’ tuvieron un coste para los madrileños de 428.000 euros, ‘Las noches blancas’ evaporaron 2,2 millones de euros por un calamitoso 3,2% de share en 373 entregas y ‘Diario de la noche’ conllevó un pago al escritor de 160.000 euros. La dorada y tórrida jubilación de Dragó, entre el frío soriano y la loa a Abascal, bien merece la pena.
OTROS CASOS DE LAS AUTONÓMICAS
El ‘desaparecido’ Buruaga era socio de New Atlantis, que se llevó 8,6 millones de euros de la Telemadrid de Aguirre gracias a ‘Madrid Opina’ (tertulia que no hablaba de Madrid y que tenía como cuota del PSOE a una enemiga de ZP, Rosa Díez). Buruaga, dividendos aparte, se llevó un millón de euros como presentador.
Otro enemigo del sector público, el flamante eurodiputado Hermann Tertsch se embolsó un millón de euros por insultar a la izquierda desde Telemadrid (que también pagó 30.000 euros de los costes derivados del juicio de un bochornoso incidente que protagonizó el periodista a altas horas de la madrugada cuando se encontraba en una situación bochornosa).
Tertsch, que ha cambiado Marx por Vox, no es el único caso dentro del aguirrismo mediático que llama la atención: los programas de Cristina Tárrega, presentadora de actos del PP que estuvo a punto de montar una discoteca con Francisco Granados, costaron 3,7 millones de euros.
17 millones costó un disparate del oscarizado José Luis Garci, ‘Sangre de mayo’, megalomanía aguirrista que glorificaba la revuelta castiza ante el progreso francés. ¿Y en Canal 9? La productora de ‘Tómbola’ facturó 32 millones de euros y el ventrículo favorito del PP otros 20 kilos. ¡Toma Moreno!
