Ferrovial Servicios atrae a fondos y operadores locales

Lo dijo Ignacio Madridejos, consejero delegado de Ferrovial, durante la presentación del plan de la compañía para los próximos cinco años: “Hemos recibido interés por países determinados. El proceso está en marcha”. Palabras que hacían referencia a la venta de la división de Servicios y que, finalmente, se hará país por país. De momento, la firma presidida por Rafael del Pino ha logrado la venta de la filial en Australia y Nueva Zelanda, Broadspectrum, por unos 303 millones de euros. Y están en la parrilla de salida la parte relativa a España, Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Chile, Portugal y Catar.

“Las mayores dificultades de venta las tiene Ferrovial en España y Reino Unido por temas puntuales”, señala Cesar Fernández Tajes, director del Instituto Superior de Bolsa, Inversión y Finanzas (Isbif). Y añade: “El resto de países, a excepción de Chile por el clima político, son activos atractivos para operadores principalmente locales, sobre todo Estados Unidos y Canadá”.

Justamente España y Reino Unido son los mercados más relevantes en términos de volumen. España representa el 55% del Ebitda. Reino Unido, por su parte, alcanza el 20%. Si unimos el 15% correspondiente a la ya vendida Broadspectrum, Ferrovial culminaría el 90% de la desinversión con España, Reino Unido y Australia.

“Se habla mucho de Apax entre los interesados, ya que habría presentado alguna oferta anteriormente. Sin embargo, no dejó del todo satisfecho al consejo de Ferrovial”, apunta Andrés Aragoneses, analista de Self Bank. Retirado de la puja a finales del pasado año, no es descartable su vuelta. De hecho, algún medio británico constató su interés por Amey, la filial en el Reino Unido. “Apollo sería otro de los candidatos para hacerse con la filial”, añade Aragoneses.

Fuera de España y Reino Unido, las operaciones para el resto de países serían de un tamaño inferior. “Con lo cual veremos otro tipo de compradores, principalmente operadores locales, que además obtendrían sinergias con la adquisición y fondos de menor tamaño”, apuntilla César Fernández Tajes.

LA ROTUNDIDAD DE FERROVIAL

Ferrovial tiene muy claro que va a vender el 100% de la división de Servicios. En el nuevo Plan Horizon 24 no aparece ni una sola línea que hable de la misma. “No consideramos que opte por no vender la sección al completo. Pero si el precio que otras compañías ofertan no se ajusta al objetivo de captación de Ferrovial, podría darse el caso que el proceso de venta se demore en el tiempo”, advierte Andrés Aragoneses.

Demoras que, en el caso de España, podrían estar relacionadas con el hecho de que es un negocio muy intensivo en mano de obra de baja cualificación. En concreto, más de 38.000 empleados que dan servicio a 25 millones de ciudadanos. “El coste de personal es muy relevante y las subidas del salario mínimo tienen un alto impacto en la reducción del beneficio”, destaca el director del Isbif. Un salario mínimo que ha subido un 30% desde 2018 y que, si el gobierno cumple su promesa de llegar a los 1.200 euros al mes al final de la legislatura, lo haría otro 25% desde los 950 euros actuales.

NEGOCIO ESTABLE

En el caso de no culminar la desinversión, “el activo quedaría en una posición muy delicada para competir en el mercado”, remarca César Fernández Tajes. Los clientes saben que Ferrovial quiere abandonar el negocio. Y los competidores serán agresivos con la cartera de clientes. “Por otro lado, el mercado castigaría la acción en Bolsa”, añade el director de Isbif.

Con la venta, lo que busca Ferrovial es tener un mix de negocios más estable y con visibilidad a largo plazo. La meta es atraer a un perfil de inversor que esté dispuesto a pagar mayores múltiplos de valoración por invertir en compañías con resultados más estables. “El proceso de venta está siendo más opaco de cara al inversor de lo que se esperaba inicialmente. Eso complica que el mercado saque conclusiones”, resalta Andrés Aragoneses.

Servicios fue la división que más ingresos generó para el grupo en 2018: 6.785 millones de euros. El resto de actividades de la empresa supusieron 5.737 millones de euros. El Ebitda de Servicios fue de 136 millones, frente a los 484 millones del resto. Servicios fue la culpable de que la enseña de Rafael del Pino incurriera en unas pérdidas de 448 millones de euros. Eso se debió a los problemas de la filial británica, Amey, con el ayuntamiento de Birmingham. Un conflicto que se solucionó durante 2019.